Es por tanto normal que en las precarias condiciones en materia de seguridad laboral las que se trabajaba en aquellos años de hace prácticamente un siglo, la premura en la realización de los trabajos y que se desarrollaban con nocturnidad, se produjeran accidentes de trabajo. Hemos localizado varios en la prensa histórica, pero a buen seguro se produjo alguno más. También se produjeron electrocuciones por contacto con la línea electrificada, por mala formación del personal.
La Voz de Asturias. 27 de octubre de
1923
Grave
accidente en la línea del NorteLos primeros rumores
Ya cerrada la edición de ayer, llegó a la Redacción la noticia de haber ocurrido un serio accidente ferroviario, del cual habían resultado numerosos heridos, algunos de ellos de gravedad.
Señalábase como lugar
del percance el puerto de Pajares, y al decir de esas noticias la causa había
sido un choque entre varias vagonetas que conducían el personal obrero de la
vía.
Inmediatamente comenzamos
a realizar las consiguientes averiguaciones conducentes a la comprobación de
tan grave noticia.
Se
piden camillas a la Cruz Roja
Como primer detalle,
pudimos conseguir el saber que a la sección ovetense de la Cruz Roja se habían
pedido varias camillas desde la estación del Norte de esta capital, con objeto
de poder transportar desde ella al Hospital varios heridos. Seguimos indagando, y de los datos recogidos por una y otra parte con la premura que el Caso requiere, podemos ofrecer a nuestros lectores el siguiente relato de
Cómo
ocurrió el choque
Por el trayecto del
puerto de Pajares, comprendido entre las estaciones de Navidiéllo y Pajares,
descendían a las 19,30 tres vagonetas, una sola, llena de obreros, delante, y
las otras dos bastante más retrasadas, . Sin duda por haber acortado su marcha
inopinadamente, la primera, para evitar el encontronazo con una máquina que
avanzaba en sentido contrario, echáronse encima las dos regazadas,
produciéndose entonces un choque violentísimo, que las alzo volcar, arrojando a
tierra á sus ocupantes. Pasados los primeros momentos de confusión, los que del percance habían resultado ilesos, aprestáronse a auxiliar a los compañeros heridos, y a dar cuenta del hecho en las inmediatas estaciones.
Acudió pronto personal y material suficiente al lugar del suceso, y sin pérdida de tiempo, las víctimas del choque, que eran diez, fueron conducidas en una máquina aislada a Fierros, al Pésame
Quienes
son las víctimas
He aquí los nombres
de las víctimas del lamentable accidente. Heridos graves: Baldomero Fernández,
Vicente Montero, José Rodríguez Serán y José Rodríguez Alonso. Heridos leves: José Fernández Muñiz, capataz; José Fernández García, Angel Iglesias, Agustín Morán González, y otros dos cuyos nombres no hemos podido comprobar.
Al
Hospital provincial
Practicada la cura de
urgencia, los médicos dispusieron el traslado al Hospital provincial de los
cuatro heridos graves, para lo cual se organizó un tren especial que salió del
mencionado pueblo de Fierros a la 1,50,
En
el Hospital
Ya de madrugada, se
dió ingreso en el Hospital provincial, pasando a ocupar camas en el pabellón de
San Roque, a los siguientes heridos en el accidente relatado:
José Rodríguez
Alonso, de 18 años y Baldomero Fernández Fernández, de 19 ambos solteros y
vecinos del pueblo de Malvedo.
Vicente Montero
Cienfuegos, de 20 años y José Rodriguez Fernández, también de 20 años de edad;
ambos solteros y vecinos del pueblo de Malvedo.
como ya decimos,
venían curados de primera intención por el médico que la Empresa tiene con
residencia en Fierros y por otro médico particular cuyo nombre también citamos,
Al reconocerles el facultativo de guardia en el Hospital, apreció a los cuatro
jóvenes obreros fortísimas contusiones y heridas de menor importancia en
diversas partes del cuerpo.
Algunos de los
heridos ofrecen cuidados. Región 3 junio 1924
Desde
Fierros
Accidente
ferroviario
Encontrándose el día
1 la brigada de obreros de la Electrificación del Puerto de Pajares trabajando
en la línea, junto al túnel número 35, cerca de la estación de Navidiello,
sobre una de las mesetas que usan para estos fines, a las cuatro y media de la
mañana, fueron sorprendidos por el tren de trabajos, que descendía de la
estación de Pajares, con tal velocidad, que al choque tan violento que,
recibieron, cayeron todos entre el carbón del ténder, por ir la máquina
invertida a excepción del obrero Juan Gutiérrez, natural de Navedo, que cayó a
la vía produciéndose la fractura de una pierna y la de un brazo, y el mecánico
señor Solís, que quedó colgado en el cable, recibiendo un fuerte golpe por la
chimenea de la máquina.
El herido Juan
Gutiérrez fue conducido por la misma máquina a Fierros y más tarde, en el
correo, en una camilla, fue llevado a Oviedo al Hospital provincial.
La
Voz de Asturias 14 de junio de 1924
HORRIBLE
DESGRACIA
Un
maquinista electrocutado
Rápido circuló ayer
por Oviedo el rumor de haber ocurrido en la estación que la Empresa del
ferrocarril tiene en Ujo una horrible desgracia, dándose detalles de víctima y
hasta citando a sus familiares
El rumor, tenía poco
después confirmación, afectando grandemente, pues el interfecto era persona muy
conocida en la capital, de conducta intachable, maquinista del Norte, a quien
sus jefes tenían en alta estima.
Se llamaba Santiago Jimenez,
natural de la provincia de León contrajo matrimonio en Oviedo con una hija del
operario de la Fábrica de la Vega Lisado Flórez, con la que tiene dos o tres
hijos de corta edad. Era su hogar dichoso y esa dicha vino a turbarla la
fatalidad.
Santiago prestaba
ayer por la mañana servicio en Ujo, cuando un cable de los destinados a la electrificación del Pajares, le dejaba
electrocutado. ¿Cómo ocurrió el suceso? No se sabe ciertamente: dicen uno, que Jiménez escoriaba la caldera de la máquina con una barra de acero, y que, al sacar y levantar ésta, chocó con un cable, produciendo gran chispazo que le privaba de la vida; otros dicen que tropezó con el cable al subirse al ténder.
El cadáver será traído hoy a Oviedo en un furgón convertido en capilla ardiente.
Muy de veras lamentamos la horrible desgracia, deseando consuelos a su amante esposa e hijitos, así como al resto de la apenada familia.
DESDE
FIERROS
Accidente
ferroviario
El domingo último, a
las cuatro y media de la tarde, salieron
de la estación de Navidiello en una
vagoneta, conduciendo cien tubos de los
deslechados de las calderas de las
máquinas de vapor, los obreros de la
brigada destinada a la colocación de las
discos eléctricos, Rodolfo Castañón
García, con residencia en Linares;
Amador González Durán, en Malvedo; Luis
Gafo López, en Campomanes, y
Agustín Fernández, en Llanos.
Cuando llegaron al
túnel número 42, antes de llegar a
Linares, y dentro del mismo, se le salió
una rueda a la vagoneta, y fueron
lanzados con gran violencia contra las
paredes del túnel, produciéndose heridas
graves todos ellos, los cuales fueron
recogidos por los empleados de la estación de Linares y conducidos en el tren
número 539, por lo que llegó a ésta con una hora de retraso.
El obrero herido
Agustín Fernández, después de practicarle la primera cura de urgencia en esta
estación por el médico de la Compañía, don Juan Maestre de León, continuó en
grave estado a Oviedo, donde ingresó en el Hospital provincial.
Los restantes heridos
se encuentras, en cama en la fonda de esta estación.
La
Voz de Asturias 7 junio 1925
Accidente
de trabajo
Obrero
herido por una descarga eléctrica
Cuando ayer llegamos
al Hospital nos enteraban del ingreso de Inocencio Vicente Encinas, natural de
Ujo. Ocupando la plaza de obrero auxiliar de los trabajos de la electrificación
del Pajares en la línea del Norte. Inocencio se hallaba postrado en la cama
número ocho de la Sala de San Roque, presa de una fuerte conmoción cerebral.
Según hemos podido
averiguar, este herido se hallaba trabajando, conforme decimos anteriormente,
en la electrificación del Pajares, y al ir ayer por la mañana montado en una
vagoneta con otros compañeros, al llegar cerca de la pasarela de la estación de
Ujo tocó la cabecera de la vagoneta con tierra, en cuyo momento sonó una
descarga, derribándolos a todos a tierra. Los demás, por ir cogidos a las
maderas de la vagoneta, no les pasó nada, pero a Inocencio Vicente, como iba
agarrado a la palanca, que es de hierro, le produjo la descarga las quemaduras
graves que padece.
Inmediatamente de
ocurrir el accidente prestaron al herido los primeros auxilios el médico
particular señor Rivera y el de la Compañía del Norte D. Juan Maestro León, que
en vista del estado del herido dispusieron su traslado al Hospital.
El hecho ocurría a las diez y media de la mañana, y a las doce era trasladado a Oviedo en un tren especial que se improvisó en aquel instante. Además de la fuerte conmoción que padece, presenta quemaduras en distintas partes del cuerpo.
Según opinión de
algunos compañeros que con él vinieron hasta el Hospital, el hilo con el cual
tropezaron se había dilatado mucho sin duda por efecto del calor, encontrándose
tan bajo que dio lugar a que la vagoneta de trabajo le tocara.
Anoche el herido seguía
en igual estado.
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