Es todo un placer viajar en día soleado en el regional León-Gijón a través del Puerto de Pajares, más aún tras un almuerzo en Casa Ezequiel. A las 13:47 pasaba por Villamanín la 470-090 realizando el Interurbano 12101 León-Gijón San Crespo. Apenas unos viajeros en todo el tren, y ninguno en el coche remolque que circulaba en cabeza. No salimos por las agujas y llega presto el interventor para extender el billete. 3,60 es el precio de un billete a Fierros, “Puente de los Fierros” como matiza el agente leonés.
En unos minutos llegamos a Busdongo, donde solo un viajero-excursionista se sube al tren. En la estación, ya está el material estacionado de los dos trenes Trasona-Sagunto, esperando que lleguen las otras dos mitades y sus locomotoras para continuar a Levante. En unos instantes entramos en la Perruca, sol en León y sol a la salida en Asturias, con algunas nieblas al fondo del valle y por encima de las Ubiñas. El verano es la peor estación para el viajero de la Rampa de Pajares, pues la vegetación contribuye a reducir la visión del paisaje en los escasos tramos entre túnel y túnel, varios de ellos artificiales en este tramo. El ruido del compresor del remolque cabina de la unidad, más tiempo en marcha que parado, sigue siendo tan insufrible como cuando utilizaba las 440 a diario para ir a la universidad, pero así morirán.
Poco antes de llegar a la estación de Pajares, el tren aminora la marcha pero sin abandonar la vía general cruzamos la estación, donde está detenida una 251 blanca con el tren de ácido de San Juan de Nieva a Villafría. Las vistas a partir de Pajares son espectaculares, al ver todo el valle de Pajares, con la diminuta carretera nacional y sus temibles curvas, y los pueblos de la ladera de enfrente, entre ellos Llanos de Somerón, famoso por sus arbeyos (guisantes) azules. Un poco más delante, tras el largo túnel de La Pisona que da acceso al valle de Parana, se distinguen varios puntos del trazado del ferrocarril por donde se pasará en varios minutos, la recta de los Llanos al fondo a la izquierda y la derecha la estación de Navidiello-Parana, donde una 251 aislada espera para ser rebasada. En unos minutos cruzamos con ella, que regresa a Llanera tras subir el segundo Trasona-Sagunto, mientras el maquinista se fuma un cigarrillo en el andén, por lo que la 470 da un par de pitadas para avisar o saludar.
El tramo entre Navidiello y Linares pasa más rápido que el anterior al resultar más conocido al haberlo recorrido por las caleyas que lo acompañan. Al pasar el túnel de la Collada, la vista es impresionante, con la estación de Linares enfrente y la vía a la salida del Capricho en el fondo del valle, con el pueblo de Congostinas por delante de ella. El viajero atento habrá visto ya la estación antes de que la megafonía anuncia la próxima parada. Tras pasar el túnel 50 que se hace eterno, entramos en poco después en Linares-Congostinas. Nuevamente cruzamos con una 251 con el primer Trasona-Sagunto; desde la ventanilla la locomotora japonesa, creo recordar que la 10, parece una mole incapaz de entrar por los túneles.
Ningún viajero espera ni tampoco se apea, por lo que reanudamos la marcha. Las nubes que se apreciaban al salir de La Perruca en el fondo del valle parecen haberse esfumado, y antes de comenzar el retroceso de Felgueras, se puede ver la parte final del valle de Pajares antes de encontrarse con el del Huerna. Las obras paralizadas de la Variante han destrozado el paisaje por encima de Campomanes, todo sea en aras del progreso de esta tierra.
Una vez cambiado de asiento, nos aproximamos a la estación de Malvedo para lo que vamos reduciendo la marcha pues se debe realizar el cruce con el tranvía Gijón-León al ir en hora. Según avanzamos lentamente por la estación aparece en movimiento la 470, por lo que el cruce se realiza con tal exactitud que gracias al buen manejo por parte del CTC ninguno de los dos trenes tiene que detenerse.
Tras pasar por Casorvida, con una pitada para advertir a los vecinos, se desciende a buena marcha para entrar en el túnel de El Capricho. Hasta el momento no hemos tenido ninguna limitación temporal de velocidad, lo que evidencia el buen estado de conservación de la Rampa. Una vez cruzado, el tren pasa por encima de Fierros, donde espera el segundo Trasona-Sagunto con una 251 con el esquema Tracción y buena dosis de grafitis. Son las 14:43, final de trayecto.
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