El slogan de la firma Pirelli cobra más fuerza si cabe en el mundo ferroviario, donde la adherencia rueda-carril es inferior a la carretera; dejando aparte genialidades como los trenes Micheline, algo tan rudimentario como aplicar arena entre la rueda y el carril sigue siendo fundamental para aumentar la tracción, y el frenado, en condiciones difíciles.
La imagen de una de las agujas de la estación de Malvedo, con su corazón lleno de arena acumulada de las contínuas arrancadas realizadas, es significativa de su empleo en la Rampa de Pajares.
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