viernes, 24 de febrero de 2012

CTC de Asturias

Un CTC (Control de Tráfico Centralizado) permite la maniobra eléctrica a distancia de las señales y agujas de las estaciones de un trayecto desde un Puesto Central. Junto con la utilización del bloqueo automático, permite aumentar la capacidad del trayecto, una mayor seguridad en la circulación y reducir el personal dedicado a la explotación.

En abril de 1954 entró en servicio el primer CTC en el ferrocarril español (se decía incluso en la época que era el primero en vía única instalado en Europa). Fue instalado en el tramo Ponferrada-Brañuelas, y se recurrió a la tecnología estadounidense, en concreto de General Railway Signal, en colaboración de Marconi Española. La necesidad de resolver el cuello de botella que suponía el puerto del Manzanal en el transporte de carbón desde las cuencas de Ponferrada y Laciana hasta el interior del país se resolvía gracias a la electrificación del tramo de forma provisional en 1500 Voltios y la implantación del CTC. Una peculiaridad de este CTC radicaba en sus señales, del tipo SA de GRS, de un único foco capaz de presentar los tres aspectos fundamentales (Rojo, Amarillo, Verde) gracias a un sistema de lentes amovibles.

Poco tiempo después se instaló CTC en dos tramos de la línea Madrid-Cádiz, en aras de agilizar el tráfico de combustible y materiales para las bases americanas instaladas en la península en el eje Rota-Madrid-Zaragoza, con fondos de la Ayuda Americana, los mismos con los que llegaron las primeras locomotoras diesel de línea, las Alco 1600.



En las líneas asturianas de vía ancha, la instalación de la Empresa Nacional Siderúrgica en Avilés, en plena producción desde los primeros años 60, exigía medidas de cara a aumentar la capacidad de la misma, junto a la del propio paso de Pajares. En aquel momento por Pajares comenzaban a circular importantes tráficos con materias primas encaminadas hacia Ensidesa. Por este motivo, en el II Plan de Desarrollo de Renfe se dedicaron 2500 millones de pesetas a la modernización del sistema ferroviario de Asturias, que entre sus objetivos estaba el poner en circulación por Pajares trenes de 500 metros de longitud. La financiación corría a cargo de un préstamo del Banco Mundial de 200 millones de dólares, que trajo consigo la modernización de Renfe con la adquisición de numeroso material móvil y la renovación de instalaciones, lo que también trajo consigo el final de la tracción vapor, la eliminación de buena parte de la plantilla de Renfe y el cierre de algunas líneas o la no terminación de otras con las obras bastante avanzadas.



Una de las medidas que se tomó en Asturias fue la instalación de CTC en la línea León-Gijón y ramales de Asturias (excepto en la línea de Trubia). En este caso no se trataba solamente de controlar una línea o trayecto, si no de una red muy compleja con numerosas bifurcaciones, apartaderos e incluso triángulos. Se recurrió nuevamente a la casa General Railway Signal.

El puesto de control se instalaría en la primera planta del edificio de viajeros de la estación de Oviedo. Entre 1966 y 1968 el CTC de Asturias entró en servicio, primero en los trayectos de Ujo a Oviedo y San Juan de Nieva a Avilés; al año siguiente totalmente entre León y Veriña y en la línea de Soto de Rey hasta La Felguera, y finalmente Veriña-Gijón. La imagen de las estaciones asturianas se fue modificando con la instalación de las casetas de los equipos de los CTC en las entradas de las estaciones, necesarias para recibir los voluminosos equipos repletos de relés, además de los equipos para aviso a los maquinistas, llegaron las nuevas señales, en algunos casos en pescantes, y los motores de aguja hicieron su aparición para las vías telemandadas.



Con el tiempo el CTC se fue modificando y ampliando una vez se instaló la vía doble entre Pola de Lena y Veriña, León y La Robla y desde Villabona hasta Nubledo, junto a modificaciones en la zona de Veriña, y la instalación de mando local en alguna estación. En la mesa de mando se sustituirían los tradicionales pulsadores por un sistema informatizado mediante teclados y pantallas.

En el año 2000 el CTC de Asturias fue totalmente renovado con la instalación de un nuevo puesto de mando, con lo que la mesa original fue recuperada por el Museo del Ferrocarril de Asturias, donde por el momento está a la espera de ser restaurada para su futura exposición.

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