En febrero de 1888, el Principado de Asturias y Cantabria padecieron uno de los peores temporales que se recordaba en aquellas tierras; fue conocida por las gentes como “La Nevadona”. En el Concejo de Lena este temporal se manifestó con especial crudeza y los daños provocados fueron de gran alcance. Como no podía ser de otra manera los efectos sobre el ferrocarril en Pajares fueron muy importantes y contrastan con la bonanza climatológica de los primeros años de inicio de la década, durante la construcción del ferrocarril, que permitió llevar las obras a buen ritmo.
Al día siguiente del día de Carnaval, el día 14 de febrero comenzaron las nieves y la circulación de trenes se interrumpió el día 17 con varios trenes detenidos en las estaciones del puerto. Se realizaron intentos por restablecer la circulación con gran esfuerzo de braceros y locomotoras exploradoras, pero cuando no se había conseguido restablecer la circulación, el temporal se recrudeció con terribles consecuencias.
Algunos de los datos del temporal han sido consultados en el siguiente trabajo: La Gran Nevada de 1888 en Cantabria y Asturias. José Manuel Puente Fernández. Licenciado en Geografía e Historia. Disponible en [http://www.meteored.com/ram/2721/la-gran-nevada-de-1888-en-cantabria-y-asturias/].
La nevada se inició el día 14 de febrero, estuvo nevando prácticamente de forma continua hasta el día 20 cuando se inició una mejoría transitoria aunque con fuertes heladas hasta el día 23. Ya el día 24 dio comienzo un nuevo período de nevadas, aún más intensas que en los días anteriores y que no cesaron hasta principios del mes de marzo, siendo seguidas de fuertes heladas.
Hacia los días 8/9 de marzo hubo un cambio en el viento hacia el oeste-suroeste que generó un período corto pero intenso de deshielo y crecida de los ríos agravando esto el panorama ya de por sí dramático que presentaban los pueblos de Cantabria y Asturias. Cuando parecía que todo había pasado, al inicio de la segunda quincena del mes dio comienzo una nueva nevada, muy intensa sobre todo en el interior y en las zonas de alta montaña, que no cesó hasta pasado el día 22.
En todo momento la nevada fue acompañada por fuertes ventiscas que acumularon ingentes toneladas de nieve que luego se tradujeron en catastróficas avalanchas y grandes desprendimientos cuando la temperatura subió y se inició el deshielo.
La secuencia detallada del temporal fue la siguiente:
El 20 de febrero comenzaron las primeras nieves en el Concejo de Ponga, donde el nivel de las nieves alcanzó el 1,20 metros de altura, lo que provocó hundimientos de tejados en hórreos y establos.
El día 21 el temporal alcanzó la zona central de la montaña asturiana con las siguientes cifras: Mieres 20 cms. Pola de Lena 30 cms., Campomanes 55 cms., Fierros 90 cms., Navidiello – Malvedo 1,90 metros, entre Navidiello y Villamanín más de 4 metros (tapa las bocas de los túneles)
Día 22 febrero: Zona Pajares entre 2 y 4 metros, Zona Busdongo 3 y 4 metros. Gran avalancha sepulta dos jóvenes en Pajares, fallecen antes de ser rescatados. Una avalancha en el pueblo de Pajares mata a una mujer, es rescatado un niño en estado grave. Se hunden dos casas en Pajares. Durante estas avalanchas es necesario profundizar entre 7 y 8 metros para rescatar a la gente.
Las locomotoras exploradoras han salido de Puente de los Fierros Fierros y han podido llegar a Malvedo, pero al continuar al kilómetro 87 han tenido que retornar al ser imposible avanzar. Las bocas de los túneles de la estación de Pajares están totalmente cubiertas, siendo imposible avanzar. Alli hay un tren detenido y dos locomotoras exploradoras, una de ellas tumbada por la nieve. (El País, 23 febrero 1888). En la salida de Campomanes una avalancha de nieve y tierras bloqueó el paso y otra pareja de exploradoras quedó atrapada.
El día 23 febrero: Pajares 2,50 metros. Una avalancha en Pajares sepulta la casa de guardesa que se encontraba dando a luz. Se la rescata pero fallece el bebé. Avalancha en la estación de Pajares sepulta a un guardia. Rescatado vivo.
Día 24 febrero: Se reinician las nevadas en todo el interior provincial. En Cuñaba (Peñamellera) una avalancha hunde ocho casas, entre ellas la iglesia parroquial.
Día 25 febrero: Caen más de 60 cms. durante la noche del 24 al 25 en la zona de Navidiello, Pajares, Malvedo, etc. Se hunden varias casas en Quiros. En Cuñaba cae un invernal matando dos vacas.
Día 26 de febrero: Linares entre 2 y 3 metros. Malvedo 80 cms. sobre raíles. Navidiello 2,50 metros. Campomanes 72 cms. Pola de Lena 65 cms. Linares 1 metro. Ujo 45 cms. Pajares 2,50 metros. En Cabrales: Ortiguero 1,50 metros. Panes 40 cms., pueblos próximos más de 1 metro. En el concejo de Ponga, en el pueblo de San Ignacio la nieve destruye una casa muriendo sus cinco moradores. En Villar de Indianos una casa es arrastrada por la nieve, muere un niño y su padre resulta herido. En Santa Eulalia (Tineo) se hunde una casa y fallece su dueño. En caserío de Vallesoto (concejo de Ponga) una avalancha destroza un caserío muriendo cuatro personas. Otro caserío en Casielles es arrastrado por la nieve junto a dos establos y un molino. En Morcín mueren más de 800 cabezas de ganado lanar y cabrío y quedan destruidos una decena de edificios.
Día 27 febrero: De Busdongo a Villamanín entre 3 y 4 metros. Linares 1,60 metros sobre vía y 2 metros en general. Puente los Fierros la nieve cubre la boca de los túneles. Navidiello 3 metros. Malvedo 90 cms. sobre raíles. En zona de Grado la nieve alcanza 2 y 3 metros en los pueblos más altos. Campomanes se hunde una casa. Se hunde la iglesia de Tolinas y 5 casas más (Grado). Se hunde una casa en Laviana y dos hórreos y dos establos en Tiraña. En la parroquia de Caudado se hunde la iglesia, una casa un hórreo y tres establos.
Una avalancha arrastró el viaducto de Matarredonda. Gran avalancha en Pajares, 10 muertos. Arrastra 4 casas. Mueren 60 cabezas de ganado. (No queda claro si se trata de la misma avalancha y fue la avalancha que destruyó el viaducto, con los restos del mismo la que provocó la devastación en el pueblo, pero por la ubicación del mismo parece que sí).
Día 28 febrero: Moreda 1,14 metros. Nembra y Cabañaquinta 1,12 metros. Santibáñez de Múrias, Collanzo y Casomera 3 metros. Pola de Lena 84 cms. En Cabrales: Carreña, Poo y Arenas 70 cms. Tielve 2,60 metros. La Espina entre 1,60 y 2,40 metros de espesor. Una avalancha sepulta en Pajares a una madre y 3 hijos. Se rescata con vida a la madre y a uno de los niños. En Campomanes se hunden dos casas, un almacén y una cuadra. En Sotiello se hunde una casa. Muere un hombre en Santa Eulalia (Tineo) al caerle las vigas de una casa por el peso de la nieve. Desde Peñamellera: mueren 12 yeguas en Llonín, 8 en Mier, 14 en Ruenes y 14 en Rozagás. En los invernales de Caraves mueren 60 ovejas y 6 vacas. En total unas 200 casas derrumbadas y más de 3000 cabezas de ganado muerto por la nevada.
Día 29 febrero. Covadonga 1,60 metros en los pueblos más altos. En Cabrales: Sotres 5 metros, Bulnes 4 metros, Tielve 3 metros, Aranga 2,50 metros, Ortiguero 3 metros, Berodia 2,50 metros, Puertas 2,50, Inguanzo 2 metros, Carreña 60 cms., Poo 50 cms, Arenas 70 cms. En Pola de Somiedo una avalancha arrastra 4 casas y 10 cabañas, causando la muerte de una niña. En Pineda caen dos cuadras con 13 vacas. En Castro se hunden tres cabañas, en Urría una casa en Peral seis casas y tres en el Llamardal. En Robledo una casa y un molino….
Desde León, dos locomotoras exploradoras llegaron a Villamanín, pero era tal la nieve acumulada que tuvieron que regresar a La Pola de Gordón.
Día 1 marzo:En las proximidades del lago Enol la nieve alcanza más de 3,50 metros de espesor. En Tuiza (valle de Huerna) una avalancha destruye tres casas, dos establos y mata cinco vacas. También en Muñón Cimero se hunde una casa y un hórreo.
Las exploradoras intentaron avanzar desde La Pola de Gordón pero debido a la nieve helada en la vía, descarrilaron al entrar en la estación de Santa Lucía. El correo 451 procedente de León debió detenerse en La Pola de Gordón.
Día 2 marzo: En concejo de Sobrescobio: Rioseco, Polina y Villamorey con más de un metro. En Soto, San Andrés, Agues y Campiellos más de 2 metros. En Ladines más de 2,50. Trincheras de 8 y 9 metros en zonas de Pajares. En Campiellos se hunden tres casas y dos corrales. En Rioseco una casa y dos corrales. En Agues una casa, en Ladines una casa.
Día 3 marzo: Ponga 2 metros. Viego más de 2,50 metros.
Día 5 marzo: San Juan de Boo (Aller) entre 1,60 cms. y 2 metros. Campo de Caso, Coballes Tanes y Orle entre 2 y 2,25 metros. En Calea, Bueres y Sobrecastiello entre 2 y 2,50 metros. En Tarna entre 4 y 5 metros. Muerte de 80 vacas, 500 cabras, 700 ovejas en Sotres.
Día 9 marzo: La crecida en Pola de Lena arrastra varios puentes. El Nalón inunda Barco de Soto y Valle de Fierros. En Pravia las aguas alcanzan tres metros. Gran crecida del Narcea. En Bustio se inundan varias casas. En Teverga el río arrasa molinos, puentes, etc.
Día 22 marzo: Rumia 0,80 cms., Posadoiro hasta 5 metros. Desde el Hombrillo al Canto de la Pría 1,80 metros y ventisqueros de hasta 7 metros. En Pajares no baja de 2 metros. Valle de Zureda (Lena) 0,60 cms. En Teverga 1,50 metros.
En el ferrocarril las consecuencias, además de las descritas con la destrucción del viaducto de Matarredonda, el bloqueo de trincheras y bocas de los túneles, fueron dantescas, y se manifiestan en los siguientes relatos:
Grandes tormentas de nieve en este puerto. En el pueblo murió a consecuencia de una avalancha la esposa del guardia primero. Hay máquinas con ocho metros de nieve encima(El Carbayón)
La incomunicación que hoy sufre la vía férrea de Lena a Gijón, desde Pola de Gordón a Puente de los Fierros, es de una extensión de 62 kilómetros. En ella se comprenden dos estaciones, Villamanín y Busdongo, en la parte de Castilla y cuatro en la de Asturias: Pajares, Navidiello, Linares y Malvedo. En la extensión de 42 kilómetros que hay entre Busdongo a Puente de los Fierros, se encuentran 61 túneles. (El Carbayón)
Ya os dije que el viernes había empezado a nevar poco después de llegar a Navidiello con las máquinas exploradores, pues bien, desde entonces continúa cayendo nieve en tales proporciones, que anoche decía un amigo nuestro al entrar en la fonda: “Señores, está nevando a puñados”, y así es en efecto” (crónica desde Puente de los Fierros enviada por el corresponsal de El Carbayón).
Desde León volvieron a emprender el viaje llegando a Busdongo a las cuatro y media de la tarde del día 23, acompañados de seis hombres. En la estación de este último punto era tanta la nieve, que no se veían los vagones ni el edificio formando las casas en este punto, en Pajares, y demás pueblos, simples accidentes del terreno” (relato de la zona de Pajares enviado por el corresponsal de El Carbayón)
“En la vía del ferrocarril, para salir de los túneles, después de pasar el de la Perruca, tenían que salir arrastrándose, porque las bocas estaban todas cubiertas. La nieve no dejaba ver los palos del telégrafo, tenía 7 metros de altura (…) el temporal era espantoso y tal la altura de la nieve que vinieron haciendo senda sobre los tejados de algunos pueblos” (relato de cómo un grupo de hombres, entre ellos varios irlandeses, se abrieron paso por el puerto de Pajares)
“La avalancha que arrolló el viaducto de Matarredonda, puede calcularse cubicaría unos 20.000 metros de nieve, desprendida de la montaña de la izquierda de la vía, subiendo hacia Busdongo. Sólo así se comprende que haya llenado el barranco hasta la altura del viaducto destruido, y fue la misma que destruyó las casas de Pajares a una distancia en línea recta de 500 metros”.
“Desde el valle de las Piedras a Pajares es mucha la nieve que hay que quitar de la vía para que por ella puedan circular los trenes. Hay puntos como en la trinchera de Llana del Oso, kilómetro 59, donde la capa de nieve alcanza una altura de 8 a 9 metros de espesor en toda la longitud, y en los túneles llega casi en todos a cubrir las bocas, entrando la nieve dentro de ellos en una extensión de 60 u 80 metros”
“Solo cuatro de estos hombres, siempre dirigidos por su jefe el Ingeniero, llegaron al pueblo de Pajares, amenazados constantemente por aludes y avalanchas que el guía anunciaba con la siguiente expresiva exclamación ¡Cuidado! Y habiendo franqueado puntos donde la altura de la nieve era tal que los hilos del telégrafo, servían de barandilla”
El Viaducto de Matarredonda
El Viaducto de Matarredonda es uno de los pequeños viaductos que se instalaron en la rampa de Pajares para salvar pequeños arroyos en el trazado ceñido a la ladera, como el caso de Valdetocino en Malvedo, o el viaducto de Casorvida, resueltos en ambos casos con tramos metálicos. El viaducto de Matarredonda consistía en un tablero inferior de celosía múltiple de 41 metros de luz, que salvaba el arroyo de Matarredonda situado sobre el pueblo de Pajares, distante unos 500 metros prácticamente en caída libre.
Según los cálculos de «La Ilustración Española y Americana», que narró aquellos hechos, la cantidad de nieve desprendida desde la montaña de la izquierda de la vía, subiendo hacia Busdongo pudo llegar a los 40.000 metros cúbicos. Este volumen de nieve no fue capaz de pasar bajo el viaducto y formó un “tapón” que arrastró el viaducto. Los restos del viaducto fueron llevados hasta el fondo del valle, a unos tres kilómetros.
Desviación provisional arroyo Matarredonda
La solución para dar paso en el puerto fue la de aprovechar la explanación del ferrocarril de vía estrecha instalado para la construcción del puerto y que salvaba el arroyo de Matarredonda mediante una trinchera abierta a media ladera entre los túneles de Canto de los Galanes y Peña Negra. Este trazado de curvas cerradas para poder conectar con la vía en los túneles exigía curvas de radio muy cerrado, posiblemente inferiores a 80 metros, por lo que sería necesario contar con locomotoras de maniobra. Nos Cabe la duda de que la vía se pudiera conectar con la boca de salida del túnel del Canto de los Galanes (el existente entre este punto y la estación de Pajares) y la vía provisional fuese tendida desde la propia estación de Pajares, donde también existía la plataforma del ferrocarril de las obras. Se construyó un apartadero para facilitar la maniobra de cambio de locomotora, suponemos que al otro lado del túnel Peña Negra, y que se tratase de una aguja para apartar la locomotora utilizada en el trazado provisional y colocar en cabeza del tren la locomotora de línea hacía Busdongo.
El 26 de marzo se trabajaba en la desviación mediante un puente de madera y curvas de reducido radio para salvar el arroyo, en la que serían necesarias locomotoras especiales. (El Día, 26 de marzo de 1888). El 29 de marzo se realizaban satisfactoriamente las pruebas necesarias por la Autoridad para dar paso por la desviación provisional (El Siglo Futuro, 4 de abril de 1888). El 30 de marzo estaba prevista la reanudación de la circulación en Pajares, con la apertura del paso provisional de Matarredonda, aunque persistían las nieves en la vía. (La República, 28 de marzo de 1888), finalmente restablecido el 2 de abril para viajeros y mercancías en Gran Velocidad, quedando para el 5 de abril los de Pequeña Velocidad. (El Día, 2 de abril de 1888).
Las locomotoras de maniobras utilizadas para remolcar los trenes en el trazado provisional fueron varias "cucos" de la serie 600 (601-605) construidas en 1864 por Schneider y utilizadas normalmente en trabajos de maniobras; al parecer fueron utilizado las locomotoras 601, 602 y 604, siempre en doble tracción. Dado que contaban con tres ejes motores era perfectas para esta tarea al poder circular por las curvas de radio reducido y su bajo peso.
La previsión para la nueva instalación del viaducto metálico era para el mes de junio, de cara a la entrada del horario de trenes de verano. (El Siglo Futuro, 13 de abril de 1888).
En el temporal de 1895 la línea volvió a ser fuertemente afectada por varias avalanchas que provocaron interceptaciones en la vía, especialmente en varias bocas de los túneles, siendo especialmente vigilado el viaducto repuesto de Matarredonda, si bien al tratarse de una obra de gran solidez aguantó perfectamente este nuevo temporal (La Correspondencia de España, 11 de febrero de 1895).
En los años 50, de cara a la circulación de las nuevas locomotoras de 120 toneladas, el viaducto metálico fue suprimido por un terraplén de tierras al igual que sucedió con el viaducto de Parana. En la actualidad el lugar, accesible desde la estación de Pajares por el ferrocarril de servicio para las obras, presenta el siguiente aspecto, con la trinchera del ferrocarril provisional visible.
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