sábado, 12 de noviembre de 2011

100 Años de Tracción Eléctrica en los Ferrocarriles de Vía Ancha en España

Como apasionados a la tracción eléctrica, no queremos dejar de hacernos eco del centenario de la tracción eléctrica en nuestros ferrocarriles de vía ancha.
En las antípodas de Pajares, en la atractiva provincia Almería, hace ya 100 años que se vieron en España los primeros trenes de vía ancha movidos gracias a la electricidad en la rambla del Andaráx. El duro perfil de la línea almeriense obligó a recurrir a la tracción eléctrica para solventar la tracción de los trenes de mineral: pese a que el tráfico minero se desarrollaba en el sentido favorable, el perfil de la línea condicionaba el retorno de los trenes vacíos. La Compañía del Sur de España solventó esta problemática con la temprana electrificación del tramo Santa Fe a Gérgal, de 20,8 kilómetros y una pendiente media de 27 milésimas. Las primeras pruebas se desarrollaron en febrero de 1911 y los servicios regulares para los trenes de mineral comenzaron en el mes de junio. No obstante, no se trató del primer ferrocarril eléctrico en España, honor que le cupo al modesto ferrocarril del Monte Ullía en San Sebastián desde 1902, más próximo a un tranvía pero con explanación propia hasta la cima.



La tecnología elegida fue de origen suizo, prácticamente la única que en aquel momento podía satisfacer las necesidades de la Compañía del Sur de España, siendo la casa Brown Boveri la responsable de la misma. La electrificación era de 6000 voltios a 25 hercios y se utilizaba una línea aérea de contacto tranviaria mediante dos hilos aéreos y los carriles como tercer conductor. Una de las ventajas de esta electrificación residía en la recuperación de la energía, de modo cuando un tren ascendente salía de Santa Fe, uno descendente lo hacía desde Gérgal, para cruzarse en la estación intermedia, de manera que se podía aprovechar la energía del tren descendente con 450 toneladas para el ascendente de 150 toneladas. Para suministrar la electricidad fue necesario construir una central eléctrica, inicialmente alimentada por una maquina de vapor y posteriormente por un grupo diesel.
Para la inauguración de la electrificación se contó con cinco tractores Brown Boveri, conocidos por el personal como “Caballitos”, que funcionaban en parejas, junto a de ellos uno en reserva; en 1924, con ayudas del Estado, se acometió la ampliación de la electrificación a Nacimiento y Gádor, para la que se recibieron dos tractores más. En 1953 Renfe amplió la electrificación hasta la ciudad de Almería e incorporó cuatro locomotoras trifásica de rodaje BB tras una compleja gestación debido a la intervención de varios constructores suizos y españoles, pero con nefasto resultado y corta vida. En 1966 se puso fin a esta singular electrificación española al tomarse la decisión de sustituirla por la tracción diesel, con la llegada de las locomotoras de la serie 1300 de la casa Alco y unificar con ellas la tracción en el oriente andaluz al retirar la tracción vapor.



Coincidiendo con esta efeméride, el Museo del Ferrocarril de Madrid ha organizado una exposición sobre los 100 años de la Tracción Eléctrica en España. En la nave de tracción, gracias a una reordenación del material, se pueden ver en una misma vía todas las locomotoras eléctricas, en primer término el tractor Nº 3 de la electrificación almeriense con todo su esplendor gracias a una reciente restauración, que ha incluido la restauración estética de sus equipos mecánicos interiores. Tras la primera locomotora eléctrica española de vía ancha, la segunda y tercera, nuestras 6000 y 6100 de Norte para la electrificación de Pajares: confiamos que sean las próximas en pasar por una necesaria restauración.

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