Al contrario que otras estaciones de la rampa, cuya ubicación es totalmente recóndita, la de Puente de los Fierros está ubicada al pie de la carretera de Asturias a la Meseta, actual N-630, en el punto más sureño del fondo del valle del río Pajares. Se encuentra a 502 metros de altitud en el punto kilométrico 95,928. La estación está ubicada en el caserío de Veguellina, un poco más arriba de la aldea que le daba nombre, que a su vez toma el nombre del Mayéu de Fierros, lugar de nacimiento del río Fierros (Flumen Ferros, actual río Parana) y el punto donde se encontraba el puente sobre el mismo, en su unión con el río Pajares.
Su implantación inicial se produjo durante la etapa del Consejo de Incautación de los Ferrocarriles del Noroeste, como punto final del tramo de Pola de Lena a Puente de los Fierros, en el año 1881, situación en la que permaneció hasta 1884, tras la apertura completa del paso de Pajares. En Fierros nacería el retroceso hasta Malvedo para vencer la cota necesaria para superar la divisoria mediante rampa de 20 milésimas, planteado por Javier Sanz en su proyecto de 1872. Lo que llama la atención de la estación son los impresionantes muros de sillería de gran altura sobre el río Pajares para dar cabida a la misma, que incluye el desvío y encauzamiento del río, además del propio paso sobre él.
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Esquema de vías en 1891 |
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Esquema de vías en 1912 (Cortesía ASVAFER) |
Como terminal, la estación contó con una pequeña reserva de tracción con un puente giratorio para invertir las locomotoras, depósito de agua con instalación de bomba para ascender el agua desde el río, instalación de secado de arena para tracción, e incluso lampistería. Otras instalaciones fueron los muelles cerrado y descubierto, instalaciones de Vías y Obras y viviendas para empleados.
Tras la puesta en funcionamiento del trayecto completo entre Gijón y León, Fierros no perdió importancia, por ser una de las estaciones más importantes de la Rampa de cara a la explotación, con reserva de tracción y otras instalaciones, y fin de trayecto para los trenes Tranvía. La electrificación de la rampa hizo que la instalación de tracción perdiera su función inicial, pero se reconvertiría como almacén al servicio de la electrificación, durante las obras y posteriormente durante varias décadas para su mantenimiento.
La estación de Fierros contó durante 80 años con un edificio de viajeros provisional, construido en su mayor parte en madera, práctica habitual la provisionalidad de los ferrocarriles franceses que las compañías españolas heredaron por influencia de sus técnicos, como narra Guillermo Bas en su Tesis sobre la Arquitectura Ferroviaria de la Compañía del Norte. En el caso de Fierros, este edificio, con pequeñas reformas y ampliaciones, llegó hasta su incendio en febrero de 1962. Tras ello, Renfe construyó el actual edificio, bajo un anodino diseño funcional de la época, que ha llegado hasta nuestros días. La reforma también incluyó una tejavana para cubrir el muelle descubierto.
La estación de Fierros también contó con una fonda y cantina, que permaneció en pie hasta mediados de los años setenta del pasado siglo, y cuya importancia histórica radica en que, al parecer, en ella se celebró el banquete real el día de inauguración de la rampa, en agosto de 1884.
La primera modificación importante de la estación se realizó en 1908, fundamentalmente para instalar una segunda vía de seguridad tomada de punta del lado León, con la instalación de un puesto de seguridad asociado, que protegiera a la propia estación de un corte de material que circulara escapado sin control. La necesidad de esta instalación se evidenció a raíz del accidente de 1902, con el corte de vagones desprendidos de un tren mercancías, tras su choque contra el mixto a la entrada del Capricho. La estación ya contaba con una vía de seguridad, por el lado Gijón, pero su destino era evitar la deriva de vagones en la propia estación. Estas obras se aprovecharon para instalar dos vías adicionales en el lado población del edificio, de modo que este quedó aislado entre las vías, y otra vía más de apartado.
Hasta mediados de los años ochenta del pasado siglo, la estación conservó de manera funcional el cobertizo para guardar y mantener una vagoneta de electrificación, instalación que pervive abandonada en la actualidad. Las vías de muelle sí que se han estado utilizado para estacionar maquinaria de vía, dada la buena accesibilidad de la estación para su mantenimiento y carga de materiales empleado en los trabajos.
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En torno a 2012 el esquema de vías de la estación fue modificado para desplazar los cambios de salida en su lado Gijón, hasta entonces ubicados en plena curva con geometría singular, por otros ubicados en la alineación recta, de mantera que se perdieron 255 metros de longitud útil. En 2015 se instaló en la estación una subestación móvil, para permitir el refuerzo de potencia de la línea necesaria para la utilización de los mando múltiples de locomotoras 253. Más adelante, sucedió un descarrilamiento que hasta el momento mantiene inutilizada la vía 2 como vía de paso desde León, por lo que se mantiene como vía de estacionamiento de la unidad que presta servicio de cercanías pero que limitó las posibilidades de cruzamiento en la estación en los últimos tiempos previos a la apertura de la Variante.
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Esquema de vías en 2010 |