Uno de los tráficos esporádicos que contempla la rampa de Pajares, es el paso de trenes cargados con balasto, destinados al mantenimiento de la infraestructura de la línea de León a Gijón en su tramo asturiano y sus ramales, y también, en alguna ocasión para la red particular de Arcelor-Mittal. Por este motivo, salvo momentos durante los que se realizan obras de renovación de tramos de línea de importancia, el tráfico de balasto en la parte asturiana de la línea es muy esporádico y puntual.
El balasto utilizado actualmente por Adif, y anteriormente por Renfe, en Asturias procede desde hace más de cinco décadas de la cantera de Ciñera, apartadero del que ya hemos tratado. Anteriormente, hasta la década de los setenta del pasado, se utilizaba piedra caliza de la zona de Olloniego, pero que se dejó de utilizar por su no idoneidad para su bateo mecánico, pese a la cercanía de su origen. Desde entonces, las vías asturianas mutaron su tono grisáceo, de la caliza gris, por el color pardo de las ofitas de Ciñera. Los vagones empleados en el transporte y descarga en vía del balasto son de dos tipos, los vagones dobles serie T3 y las TTF y TTM de bogies.Los vagones T3 son una serie que
estuvo integrada por 792 parejas de vagones dobles suministradas en siete
entregas diferentes durante un largo periodo de 30 años, por lo que había
diferencias de importancia entre las mismas. Proceden de un diseño de la casa
francesa De Dietrich, que comenzó a suministrarlas a la SNCF en 1939. Portugal
también contaría con tolvas de este mismo diseño. Estas tolvas fueron
adquiridas por Renfe para atender su
Plan de Reconstrucción para modernizar el proceso de renovación y mantenimiento
de vía, dentro del cual se contempló la
instalación de canteras mecanizadas para el suministro de balasto. Estas tolvas
han sido utilizadas en estas tareas hasta mediados de la pasada década, por lo
que se convirtieron en la serie de vagones más longevos de Renfe. Alguna de
estas tolvas acabó adquirida por contratistas si bien, ya apenas las utilizan.
- - T 170.001 a 170.300 (150 parejas) Waggonfabrik Uerdigen en 1953-1954.
- - T 170.301 a 170.350 (25 parejas) De Dietrich en 1954-1955.
- - T 170.351 a 170.584 (117 parejas) Wekspoor en 1961-1963
- - T 170.585 a 170.709 (100 parejas) Wekspoor en 1963
- - T 170.710 a 170.910 (100 parejas) Macosa-Alcázar en 1963
- - T 171.001 a 170.200 (100 parejas) Ateinsa en 1975
- - T 171.201 a 171.401 (200 parejas) Macosa-Alcázar en 1982-1983
Las tolvas para balasto más
modernas son las TTF 270.001 a 270.401 (Faccpps), desarrolladas por TIFSA y el
CEDETI para Renfe, y construidas en 1987-1988 por CAF, después de disponer de un primer prototipo, entregado
un año antes, que sometido a diversas pruebas. Las primeras tolvas fueron
asignadas a la Gerencia Noroeste, por lo que desde sus inicios se emplearon en
el cargadero de Ciñera y las líneas de la antigua séptima zona. Posteriormente,
el parque fue ampliado con las TTN 271.001 a 271.160 (Fallns), derivados de los
anteriores, y construidos por los talleres de Renfe de León, a comienzos del
presente siglo. Algunos de los vagones de estas dos últimas series han cambiado
su ancho para su empleo en la construcción y mantenimiento de líneas de alta
velocidad, de forma que Adif se quedó con una parte de los vagones en ancho estándar que estaban en poder de
Renfe-Mantenimiento de Infraestructuras. Por su parte, Renfe Mercancías emplea
alguna de estas tolvas en tráficos de cuarcita y manganeso.




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