miércoles, 1 de noviembre de 2023

Luis Montero《Sabugo》

Hasta la fecha, en Objetivo Pajares siempre han aparecido personas que han viajado, trabajado, vivido o fallecido en la Rampa, pero hoy traemos a una persona que nació en ella, al mismo borde de la vía. Hasta la primera mitad del pasado siglo era habitual que la gente naciera en su propia casa, y Luis Montero Álvarez era hijo de un ferroviario de Norte y por ello fue alumbrado en una de las casillas de la vía en la parroquia de Casorvía, en 1908.


Luis Montero, también conocido por su alias de «Sabugo», tuvo una vida que le convierte en uno de los asturianos, de los cuales, es necesario conocer para comprender el siglo XX. Fue el tercero de trece hermanos, que con toda su familia, se mudó en 1925 a Oviedo, momento en el que entró a trabajar como fogonero en el Norte. En el Depósito de locomotoras de la Argañosa pronto entró en contacto con otros ferroviarios, muy concienciados por los movimientos de izquierda, y así en 1931 se afilió a UGT y en 1936 al PCE. Ya en 1934 participó en las acciones que se produjeron en Oviedo durante la Revolución de Asturias en el mes de octubre, y formó parte del Comité Revolucionario de la Argañosa, participado en su mayoría por ferroviarios y liderado por Juan Ambóu. 

Durante la Guerra Civil luchó como miliciano hasta la caída el frente del Norte. En el verano de 1939 salió de España a nado por el Bidasoa, por lo que al llegar a Francia fue detenido e internado en un campo de prisioneros. Tras la ocupación nazi de Francia, fue liberado en 1941, y a las órdenes del partido, participó en acciones de la Resistencia. En 1942 fue detenido, y tras varios meses en diversas cárceles, varias veces interrogado por la Gestapo, en 1943 fue deportado hacia el campo austriaco de Mauthausen, donde resistió hasta la liberación el 5 de mayo de 1945. Regresó a París, y al finalizar la guerra, fue condecorado con la Medalla de la Resistencia y con la Cruz de Guerra con Estrella Roja.

De nuevo a las órdenes del Buró Político del PCE, en 1948 entró de forma clandestina en España para contactar con los guerrilleros en la montaña de Asturias. En enero de 1950 fue detenido en Gijón por la Guardia Civil y a partir de ahí, las hipótesis conocidas dicen que, a raíz de las torturas sufridas, Sabugo facilitó las informaciones necesarias para la desarticulación del maquis en Asturias. En febrero fueron abatidos por la Guardia Civil los guerrilleros del grupo de Caxigal, en los montes de Laviana, y más adelante cayó una familia de colaboradores. 

Luis Montero, fue puesto en libertad, y regresó a París, en la primavera de ese año. Desapareció para siempre y su cuerpo nunca fue encontrado. Todo apunta a que fue purgado por el partido, por orden directa de Santiago Carrillo. 



En 2011, Silvia Ribelles de la Vega publicó el libro «Luis Montero Álvarez Sabugo: en los abismos de la Historia. Vida y muerte de un comunista». Luis Montero se convirtió en el primer asturiano con un Stolpersteine, los adoquines de metal de 10x10 centímetros que se están instalado en toda Europa en recuerdo de las víctimas del nazismo. Se trata de una iniciativa del artista germano Gunter Demnig y que se financia por colectivos civiles. A día de hoy, ya hay 200 Stolpersteine colocados en 49 concejos por toda Asturias, en recuerdo de otras tantas víctimas asturianas. Por el momento, el Ayuntamiento de Oviedo no ha concedido autorización para colocar ninguno más, pese a que hay varios en espera, a pesar de que, quizás por la ignorancia de la corporación municipal, permitió la colocación del Stolpersteine de Luis Montero frente a la estación del Norte de Oviedo en 2021. 


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