viernes, 22 de julio de 2022

24 horas en una Bitrac

Con la correspondiente autorización por escrito emitida por parte de la dirección de seguridad de la empresa ferroviaria, en agosto de 2014 pude vivir de primera mano una experiencia única: acompañar al ya desparecido tráfico de carbón de Ponferrada a través de las míticas rampas de Pajares y de Brañuelas. Sirva esta crónica de recuerdo de lo que se vivía en un día en la Rampa en unos años de abundante tráfico ferroviario. 

Antes de las 10:30 de la mañana llegué a San Juan de Nieva en el tren de cercanías procedente de Oviedo. En ese momento ya se encontraba en la estación el primer tren vacío con la locomotora 601-006, con el pantógrafo abajo y dispuesta en modo diésel. Minutos después de haber llegado la Civia, entró en la estación el segundo tren vacío, a cargo de la 601-005. Los maquinistas aprovecharon para saludarse y pasar los bultos de la segunda a la primera locomotora. Uno de ellos ya había finalizado su jornada en ese momento, mientras que el otro se ocuparía de la maniobra de carga. 

Apenas unos instantes después, la 601-006 comenzó la maniobra para acceder al puerto. El tren recularía hasta liberar las agujas de la estación, y así para poder avanzar para tomar de frente la aguja de acceso a los muelles del puerto de Avilés y poner el tren a la carga. Una pareja de agentes de la Policía Portuaria cortó el tráfico en el vial que da acceso a San Juan de Nieva. Antes de la llegada de las Bitrac, esta maniobra requería el empleo por parte de Comsa de una locomotora Vossloh-Mak de la serie 317, en el caso de emplearse en este tráfico las 253, pues también se emplearon las 335, y en ese caso se ocupaban ellas mismas de esta tarea.  

Antes de que transcurriera una hora, la Bitrac regresó con el tren cargado y se repitió la escena de corte de la carretera. En este caso, el personal de Adif se coloca en el vagón de cola, que iba sin carga, al circular en primer lugar y en contacto con el maquinista mediante el canal C del Tren Tierra. El primero de los trenes cargados ya está en la estación y ahora es la 601-005 la que se pone en cabeza de esta composición. La 601-006 se encargará de repetir la operación de carga en el puerto con la segunda composición. 

Tras las comprobaciones necesarias, un par de minutos antes de las 11:30, el tren ya está dispuesto para partir hacia Ponferrada e inicia su marcha. Su número de circulación es el 88270/88271, tipo 100N, con 17 vehículos remolcados de la serie PMMC, 335 metros, 1129 toneladas de masa remolcada y 1259 toneladas de masa total del tren. Vía libre hasta Cancienes, donde comienza la vía doble y el paso a la vía II hace necesario reducir la marcha. La 251-014 esperaba en la vía del andén para continuar hacia San Juan de Nieva y llevarse una composición de vagones XX cargada de madera que allí esperaba. 

Por la vía doble se avanza rápido, pero las curvas y rampa de la línea de Avilés ya anuncian lo que vendrá en el resto del trayecto. A Villabona se llega en anuncio de parada y al alcanzar la estación ya está detenida la Civia hacia Avilés, por lo que se puede acceder a la línea León-Gijón sin llegar a detenerse. El tren avanza, y entra en la estación de Lugo de Llanera con anuncio de precaución, para más adelante, a la altura del edificio de Lugo de Llanera cruzar con el Alvia Madrid-Gijón. 

Nuevo cambio de línea, ahora la de Lugo de Llanera a Tudela-Veguín, con todas las señales en vía libre, por lo que a las 12:10 llegamos a Tudela y la señal de parada obliga a detenernos a la entrada: al fondo de la estación se observa a la Civia avanzar en dirección a Oviedo. Una vez que esta desaparece de la visión, la señal se abre en  precaución, para permitir cambiar de vía y tomar la general de la línea de Soto de Rey a El Entrego hasta una nueva bifurcación. En el Portazgo se encuentra el triángulo que permite volver a incorporarse a la línea León-Gijón, tras cruzar el río Nalón. En este caso, y como es habitual, lo normal es tomar el túnel moderno del túnel del Padrún, y no pasar por la estación de Olloniego. 

Al otro lado del Padrún, y tras cruzar sobre el río Caudal, la avanzada de Ablaña aparece cerrada, por lo que toca esperar. En paralelo discurre la línea de ancho métrico, del antiguo Vasco Asturiano, por la cual aparecer rauda la unidad 2609-2610 a cargo de un cercanías Baiña-Collanzo. Tras el paso de una Civia procedente de Pola de Lena por la vía II, se abre la señal y pasamos a esa vía. Todo apunta a que una circulación descendente necesita la vía I para avanzar. Así es, al entrar en Ablaña nos cruzamos con una circulación aislada formada por una pareja de locomotoras Prima, en cabeza la 333-333-3. 

Continuamos marcha con una circulación por delante de nosotros, por lo que todas las señales que vamos encontrando están en precaución, hasta que la salida de Ujo aparece cerrada. Apenas 5 minutos y la marcha continúa por el trazado exterior hasta alcanzar Pola de Lena. La salida de nuevo está cerrada y de nuevo cinco minutos de espera. Son casi las 13 horas, hora y media de trayecto desde San Juan.   

Avanzamos hasta Campomanes, en donde entramos con anuncio de precaución y pasamos a la vía III, y divisamos la cola de un tren cargado con carril en la vía general, detenido ante señal. En ese momento el paso a nivel comienza a bajar y al momento aparece un cercanías de Puente de los Fierros a Gijón con la 463-001. Tras lo cual, sale el carrilero por delante de nosotros con su 251, pasan los minutos, pero la señal sigue cerrada. Minutos más tarde aparece un vacío de carbón a cargo de la 251-020. Tras casi 30 minutos detenidos, por fin se establece el itinerario, paso a nivel cerrado, y podemos reanudar la marcha. 

¡Ya estamos en la Rampa! El día es de verano total, la temperatura alta, próxima a los 30 grados, y el sol está muy alto, por momentos llega a deslumbrar, sin embargo, el confort en el interior de la Bitrac es muy alto. A veces parece la cabina de una unidad de viajeros en lugar de una potente locomotora de mercancías. 

Pasado el apeadero de La Frecha hay maquinaria en los laterales y trabajos de estabilización de laderas casi terminados, pero parece que se realizan en horario nocturno. Pasamos Fierros, Malvedo y Linares en vía libre, y sin cruzar con otros trenes. No sucede lo mismo con Navidiello, donde es necesario detenerse y nos apartan para esperar un cruce durante 20 minutos. Tras el paso del Alvia en dirección a Gijón, a las 14:32 reanudamos la marcha. 

Al paso por Pajares, en vía libre, la 251-030 aislada espera nuestro paso, y en Busdongo se vuelve a repetir la misma situación. Allí se encontraban un tren vacío de carbón,con la 251-002, y la 289-106 aislada, tras haber llevado uno de los dos cortes del Sagunto que permanecían a la espera en otras vías. Apenas 3 horas y media fueron necesarias entre San Juan de Nieva y Busdongo, si bien más de media hora correspondieron a paradas para la realización de los cruces.

El avance por el valle del Bernesga fue rápido, pese a que se realizaron varios cruces. El primero en Villamanín, con el vacío de cereal a cargo de la 253-007, y en Santa Lucía con el vacío de madera con la 251-015. Pola de Gordón y La Robla sí que las atravesamos en vía libre. A las 15:45 nos apartamos en Santibáñez para realizar el relevo del maquinista, realizado de una manera muy ágil. 

Son las 16:00 y bordeamos la ciudad de León por el By-Pass de enlace entre las líneas de Asturias y Galicia, y que en ese momento era el paso también para continuar hacia Castilla al estar cortado el paso por el Crucero. Ya en línea de Palencia a La Coruña alcanzamos Quintana-Raneros, donde cruzamos con la 251-019 con un tren de tolvas de balasto. Las estaciones se suceden a partir de este momento en vía libre y a buena marcha: Villadangos, San Martín del Camino, Veguellina, Barrientos, Astorga, Vega-Magaz, Porqueros y Brañuelas. Los 70 kilómetros fueron recorridos en unos 50 minutos. Se acaba la monotonía y comienza otro de los puertos ferroviarios míticos de la península: el Lazo, un recorrido breve pero repleto de elementos de mucho interés, junto al propio paisaje. Llegamos a Ponferrada a las 17:39, es decir, poco después de 6 horas de viaje. La primera sorpresa aparece en la propia estación, pues allí estaba estacionado el tren Train&Breakfast, formado por la rama de Tren Hotel serie VII con la 253-032. 

De forma rápida el personal de Adif organiza la maniobra para acceder al punto de descarga de los contenedores de carbón, un ramal que accedía a los antiguos cargaderos de carbón y la mítica «placa». Para ello es necesario colocar la locomotora en cola de la composición. Mientras circulamos por el ramal empujando, a muy poca velocidad, por la vía general pasa un tren portacoches, muy corto y vacío, con una 251 en dirección a León.

El tren queda dispuesto en la pequeña terminal para que los camiones lleguen a recoger los contenedores cargados de mineral con destino a la Central Térmica de Compostilla II. La carretilla portacontenedores, manejada con pericia por personal de Comsa, retira de cada camión los contenedores vacíos que traen y les coloca uno cargado, y los ratos en los que no hay camiones, no los desperdicia, al mover otros que están de reserva en la terminal. Este tiempo es aprovechado por el maquinista para cenar, y dado que hoy hay margen es posible desplazarse a pie hasta un restaurante cercano. 

A las 22:50 el tren está descargado y podemos avanzar hacia la estación de Ponferrada. Avanzamos lentamente hacia la estación, lo que nos permite ver pasar por la línea general al 920, el Tren Hotel Galicia-Barcelona, que aunque fuera un anodino Talgo, se trataba del Shangai, uno de los trenes míticos de la península y que actualmente, en 2022 ya solo es un recuerdo. 

Una vez llegados a la estación, aún con la señal de salida cerrada y tras unos minutos de espera, aparece un foco al fondo. Se trata del segundo carbonero procedente de San Juan de Nieva. Una vez se ha estacionado, nosotros arrancamos camino de Asturias con el tren 88272/88273. El viaje de vuelta es igual de rápido que la ida, de modo que llegamos antes de las dos de la madrugada a Santibañez, donde nos apartamos. La parada esta vez es larga, pues además del relevo del maquinista, debemos esperar hasta que finalice la banda de mantenimiento en la Rampa de Pajares, en torno a las 4 de la madrugada, para poder avanzar. Mi profundo sueño es interrumpido por un bandazo en la vía a la altura de Pola de Gordón, por lo que ni me percaté de que habíamos reemprendido la marcha. El avance es muy rápido, y entre el sueño y la noche, apenas hay recuerdos del recorrido. Hacia las 7:30 de la mañana llegamos a San Juan de Nieva. 

Aún había ganas de ver desde dentro la maniobra en el puerto, por lo que continué con la maniobra presenciada el día anterior. Dentro del puerto la carga de los contenedores se realiza con una pala cargadora de gran tamaño desde las parvas de carbón acopiadas cercanas a la vía. En torno a una hora y media después el tren ya estaba cargado y en la estación dispuesto para salir a Ponferrada. Mientras esperaba el tren de cercanías para regresar a Oviedo, apareció el segundo tren vacío. Fin del viaje 24 horas después. 

Mi agradecimiento al personal de Comsa Rail Transport por haberme permitido acompañarles y su amabilidad.


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