sábado, 15 de mayo de 2021

La Subestación de Linares

 A finales de los sesenta del pasado siglo, tras más de cuatro décadas desde la puesta en marcha de la electrificación de Norte, la Rampa necesitaba más potencia para permitir el aumento de las toneladas transportadas a través de ella. La Empresa Siderúrgica Nacional ya se encontraba a pleno rendimiento y la demanda de productos siderúrgicos allende Pajares era continuada, e incluso, se preveía que aún sería mayor con la inminente entrada en servicio de la nueva factoría de la Unión de Siderúrgicas Asturianas.

 

Se pretendía aumentar el número de circulaciones y también hacerlo con trenes más largos y pesados, de hasta 500 metros y 1.200 toneladas de carga, y poder aprovechar la mayor capacidad aportada por el reciente Control de Tráfico Centralizado, inaugurado por entonces. Se necesitaba poder emplear las locomotoras 7700 en doble tracción. Se había determinado la asignación de 35 locomotoras 7700 al Depósito de Tracción Eléctrica de Oviedo, ubicado en el ferroviario barrio de La Argañosa.

La entrada en servicio de las locomotoras 7700, a mediados de los cincuenta, había exigido la sustitución de los viaductos originales y la renovación de la vía, pero la electrificación de la Rampa no se había actualizado desde 1924. Con la extensión de la electrificación de los años cincuenta por ambos extremos de la línea se instalaron las subestaciones de La Robla, en dirección a León y las de Oviedo y Peñarrubia, hacia el lado Gijón. 

Las dos subestaciones originales de la electrificación francoamericana de 1924 eran por tanto insuficientes y además, en aquel momento, ya estaban muy envejecidas para los nuevos propósitos. Se decidió la instalación de tres nuevas subestaciones en Mieres, Linares y Villamanín, necesarias para cubrir los tramos intermedios entre las existentes. Igualmente se modernizaron las subestaciones de La Cobertoria y Pajares, además de instalarse el telemando para todas ellas, controlado desde una sala anexa del CTC ubicado en la estación de Oviedo. Estas actuaciones estaban amparabas en el Segundo Plan de Modernización de la Renfe.


Centrados en la nueva subestación a instalar en la Rampa, la ubicación de la estación de Linares-Congostinas fue elegida por encontrarse ubicada en mitad del recorrido, y a que gracias a los feeder existentes y a los acortamientos, permitiría repartir el aumento de potencia que generaría. Para su alimentación fue tendida una nueva línea aérea de 30.000 voltios desde la subestación de La Cobertoria, punto de arribada de la línea de entrega de Viesgo, y que tenía su continuación hasta la de Pajares, para sustituir a la línea original. La puesta en servicio de esta línea aérea se produjo el 6 de noviembre de 1971, con la Autorización de la Delegación de Industria de Oviedo. Sin embargo, conocemos que la subestación de Linares no estuvo en servicio hasta antes de finales de 1973, e incluso, al parecer hasta que pudo ponerse en funcionamiento, estuvo instalada una subestación móvil.

Como era habitual en casi todas las subestaciones, dado el tamaño de los transformadores, disponía de una vía de acceso para permitir la entrada de los mismos y su posible sustitución. Esta vía se perdió con la simplificación de las instalaciones de Linares-Congostinas, a mediados de los ochenta. En 2002 estuvo instalada una subestación móvil en Linares, probablemente durante la reparación de la fija.


En junio de 2016, de cara a un nuevo aumento de potencia ante una posible entrada en servicio de trenes cargados con 2000 toneladas de peso se decidió instalar una subestación móvil en Linares,  en paralelo con la fija, como refuerzo de la electrificación. La longitud de los tramos a alimentar desde Linares es de 9,85 kilómetros hasta Navidiello y de 13,92 hasta Puente de los Fierros, donde se sitúa otra subestación móvil, instalada en 2015. La explotación de estos tramos había sufrido dificultades por desconexiones de los disyuntores extrarápidos y alarmas por temperatura en el transformador de potencia de la propia subestación. En febrero de 2017 se licitó su instalación y en la primavera de 2018 ya estaba plenamente operativa. Se trata de la 9-03, que circula, cuando lo hace, con la matrícula 81.71.4541.104-E-ADIF U.

En julio de 2020 se produjo un incendio en las instalaciones de la subestación fija que dañó gravemente ésta, y condicionó el empleo de la móvil, al disponer de varios equipos dependientes de la primera. Se ha propuesto la reparación de los daños mediante la declaración de urgencia de las obras, que en estos momentos se llevan a cabo. 





 

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