domingo, 30 de noviembre de 2025

Trenes Singulares en la Rampa (III): los trenes de tubos

 Otro de los tráficos ausentes en el actual ferrocarril español, pero que hasta la pasada década existió, es el de transporte de tuberías de grandes dimensiones, bien para utilización para distribución de agua, gas o saneamiento. La producción de tubería fundición dúctil de grandes diámetros para distribución de agua procede desde hace muchos años de la histórica factoría de Saint-Gobain, en Pont-à-Mousson, en Lorena. Estos envíos llegaban transportados por la SNCF a la estación de Irún, y allí se trasbordaban a vagones de Renfe, que desde allí los conducía en trenes bloque hasta la estación designada para su descarga y posterior reparto en camiones, a alguna obra concreta. En el presente siglo éste era un tráfico muy puntual pero continuado, destinado a diversos lugares de la península, demandado en grandes obras de modernización de regadíos, como las expediciones destinadas entre otras a Jerez-Mercancías, Albolote, o nuevos sistemas, como fue el caso de los ejecutados tras la creación del gran embalse de Alqueva en el Alentejo, con trenes llegados a Beja y Evora transportados con vagones de Renfe.

Conocemos que en abril de 2008, al menos,  un tren de este tipo atravesó la Rampa de Pajares hasta una estación asturiana de destino desconocida, pero todo apunta a que se trató de la estación de Viella, donde las operaciones de descarga de tubos mediante grúas y la carga de camiones es más factible. Tampoco sabemos si se trató de una circulación única o hubo más, así como tampoco el destino final, que podría tratarse de obra de las empresas públicas de servicio de aguas CADASA o EMA, de Gijón.

El tren captado a la salida de Villamanín, remolcado por la 251-012, estaba formado por nueve vagones plataformas MM5 253.000 a 253.134, que a su vez proceden de la transformación entre 1994 y 1997 de vagones MM2 para carga de madera, tubos, perfiles e incluso se probaron con un tráfico de jaulas de botellas de butano.  

Como otros tantos tráficos, en el pasado los cargamentos de tubos fueron habituales en la Rampa, pero en sentido inverso, pues las siderurgias asturianas estaban especializadas en la producción de tubos de acero, Duro Felguera fundamentalmente, aunque también Fábrica de Mieres, cuya última gran inversión antes de su integración en Uninsa había sido un taller de tubos ubicado junto a la estación de Mieres. 

sábado, 29 de noviembre de 2025

Energía para la Rampa: la Central de Viesgo en Santa Cruz

 Este mes se ha producido el derribo del edificio de la central térmica y subestación de Viesgo en Santa Cruz de Mieres, instalación que alimentó la electrificación de la Rampa de Pajares desde su inicio.


El desarrollo de la industria eléctrica en Asturias llegó de la mano de la explotación industrial de la energía hidroeléctrica durante las dos primeras décadas del pasado siglo XX. Hasta entonces, la electricidad era producida por las propias industrias consumidoras o por pequeños productores locales mediante saltos de agua, para consumo por los municipios y particulares afortunados. El desarrollo llegó con la formación de empresas de mayor tamaño, gracias a concesiones de cuencas hidrográficas completas, que les permitían expandirse, para distribución en un ámbito territorial concreto.

En las cuencas del Ayer y Caudal, se estableció en Ujo en 1914 la compañía Energía Eléctrica de Asturias, vinculada a la Sociedad Hullera Española, encabezada por Manuel Montaves Martínez, subdirector de la compañía minera, y dirigida técnicamente por su yerno Juan Rovira Sala. El inicio de la producción llegó mediante la explotación de tres concesiones en el río Ayer en Carbayalín, Lorria y Llananzanes, que alimentaban el salto de agua de La Paraya. En 1915 incorporó la concesión para la explotación del río San Isidro.

El siguiente paso llegaría con la construcción de una central termoeléctrica para sostener la producción en periodos de estiaje y que podría aprovechar determinados tipos de carbones de la Sociedad Hullera Española. Por este motivo se instaló frente al lavadero de Sovilla dicha central, al otro lado del río Ayer, en Santa Cruz de Mieres. La central termoeléctrica original disponía de cuatro calderas de vapor para alimentar dos turbo-generadores de 10.000 y 2.500 kilowatios cada una de ellas. En este punto estratégico, próximo a la unión de los ríos Ayer y Lena para formar el Caudal, se ubicaba también la subestación principal de la compañía, desde donde se iniciaría la distribución eléctrica de la producción. En noviembre de 1921 se acoplaron las centrales de La Paraya y la térmica de Santa Cruz.

La central termoeléctrica contaba con un parque de carbones ubicado al otro lado del río Aller, dadas las limitaciones de espacio de su ubicación, que estaba conectado mediante un sistema de puente-grúa dotado de un cucharón de grandes dimensiones, que circulaba sobre una infraestructura metálica que cruzaba sobre el río Ayer. Como gran parte del carbón se recibía mediante un apartadero del ferrocarril Vasco Asturiano, a pie de central, el carbón descargado en el apartadero se enviaba al parque de carbones, al otro lado del río, y posteriormente volvía a cruzarlo, ya homogeneizado con mezclas de otros carbones procedentes del lavadero de Sovilla. Inicialmente, la central estuvo alimentada por el tranvía de la Industrial Asturiana de Figaredo a Moreda, el mítico Zurrón, que discurría por la carretera, entre la central y la montaña.

En 1919 la compañía Energía Eléctrica de Asturias fue comprada por Electra de Viesgo, que había nacido en la provincia de Santander; en aquel momento la compañía asturiana ya se había extendido al Occidente asturiano e instalado el salto de Camarmeña, en el río Cares. Para el suministro de corriente eléctrica para la electrificación de la Rampa de Pajares, aunque inicialmente estaba previsto que la propia Compañía del Norte instalara una central termoeléctrica, finalmente firmó en junio de 1922 un contrato con Viesgo para el suministro de una potencia de 6.000 kilovatios mensuales. Para transportar la electricidad contratada se realizó una conexión entre la Central de Santa Cruz y la subestación de La Cobertoria.


Tras la Guerra Civil, el gobierno franquista impulsó el desarrollo de la energía hidroeléctrica mediante la instalación de grandes embalses, en su afán de autarquía energética y así destinar la producción hullera para la siderurgia. Sin embargo, durante gran parte de la década de los cuarenta del pasado siglo, la pertinaz sequía, como así la acuñó el Régimen, provocó grandes restricciones en el suministro eléctrico en todo el país, de las que no escapó la propia Rampa de Pajares. Este escenario propició el desarrollo y ampliación de varias centrales térmicas para garantizar el suministro eléctrico en zonas industriales del país. 

Así las cosas, la pequeña central de Santa Cruz, con más de 25 años de antigüedad, sería renovada y ampliada. El Consejo de Ministros de 31 de septiembre de 1948 autorizó las expropiaciones necesarias y declaró de interés nacional las obras para la ampliación de la Central Térmica de Santa Cruz de Mieres, que al parecer entraría en funcionamiento en 1950. El nuevo edificio era de unas proporciones desmesuradas, ejemplo del más puro estilo brutalista, más aún en su ubicación arrinconada entre montaña y río, emparentada con otras centrales térmicas coetáneas, como la aragonesa de Aliaga, de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, que milagrosamente aún sigue en pié. Estas mejoras y ampliaciones coincidieron con la conexión de la línea eléctrica procedente de la gran central hidroeléctrica del Salto de Doiras, en el Occidente asturiano, sobre el río Navia.

Las fuentes consultadas fijan el año de 1968 como el momento en el cual la Central Térmica de Santa Cruz fue desconectada de la red, aunque desde entonces se ha mantenido como central distribuidora. En 1989 aparecieron grietas en los edificios de la central, que en un informe del Instituto Tecnológico Geominero de España, realizado a instancias de Riesgo, fueron achacadas a subsidencias mineras provocadas por la explotación de un paquete cercano de Minas de Figaredo. Estas grietas y deformaciones fueron en aumento y eran visibles desde el exterior en los edificios.

En 2022 se iniciaron las obras de renovación de la subestación eléctrica, con la sustitución completa del parque de intemperie, que han finalizado en noviembre de 2025, con la demolición del edificio de la central termoeléctrica, una pérdida más para el patrimonio industrial asturiano.  Al parecer, en el interior del edificio aún se encontraba una las turbinas de vapor originales de la casa suiza Escher Wyss.

lunes, 24 de noviembre de 2025

Los coches cama Renfe WL26x-7100

Durante más 20 años, estos coches cama han estado presentes en todas las noches de la Rampa de Pajares, inicialmente en el Estrella Costa Verde y más adelante y hasta su final en el Estrella Principado. 

  En el año 1987 Renfe había puesto en circulación las primeras ramas de Talgo Camas con duchas en cada departamento, denominados Gran Clase, lo que elevó las prestaciones ofrecidas hasta el momento en trenes nocturnos en servicio regular, algo único en Europa. En aquel momento, en el cual Renfe se enfocó en mejorar la calidad del servicio y coincidiendo con la ambiciosa reforma de los coches de la familia 8000, se planteó modificar un grupo de estos para disponer de una serie de coches convencionales con ducha en cada compartimento, y poder ampliar las prestaciones de los trenes Estrella. Hasta entonces, las plazas de coches camas ofertadas eran atendidas mediante el material de la CIWL de las series YFT y T2, además de los T2 propios de Renfe, todos ellos coches climatizados. También continuaban en uso los coches P de la CIWL, pero el accidente de Valladolid en marzo de 1988 que supuso la retirada inmediata de este material.

Los coches de la familia 8000, conocidos en Europa como UIC-X con amplia difusión en Alemania, Italia, Suiza, Austria, Suecia, Países Bajos, Bélgica, llegaron a Renfe durante las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo. Renfe adquirió 883 vehículos de esta familia, 706 coches y 177 furgones, matriculados en diferentes series, pero todos ellos dotados del bogie Mindez-Deutz y su caja de formas redondeadas y 26,4 metros de longitud. Tras la recepción de las familias 9000 y 10000, todos ellos climatizados y con diseños interiores modernos, la familia de coches 8000, con su decoración exterior verde oliva, salvo alguno redecorado con el esquema Estrella, y sus interiores de paredes de formica estaban totalmente desfasados. Por ello, Renfe decidió la reforma de gran parte de la familia de coches 8000 para dotarla de nuevos interiores, convertidores estáticos para alimentar el sistema de climatización, en diversas series para adaptarlas a la demanda, y disponer de mayor número de plazas de literas climatizadas frente a las plazas sentadas

La reforma no contempló inicialmente la sustitución del bogie original, lo que limitó enormemente el material a los 120 kilómetros por hora y mantuvo el dudoso confort del bogie alemán, pues ni siquiera fueron adaptados con la modificación de la suspensión primaria como sucedía en los T2 e YF, que les permitía circular a 140 kilómetros por hora. Por este motivo, inicialmente todo el material reformado quedó asignado a trenes radiales con recorridos inferiores a los 700 kilómetros.

En 1987 Renfe presentó el primero de varios prototipos encargados a la industria particular, aunque el grueso de la transformación sería finalmente acometido por el Taller Central de Reparaciones de Málaga, con la colaboración de Temoinsa, suministradora de los paneles de fibras plásticas para los nuevos interiores.  

Una de las nuevas series a construir con la reforma era la de coches camas con ducha, para lo cual se partió de 40 coches de segunda clase BB 8500. La reforma fue contratada con CAF, que en aquel momento pasaba por sus horas más bajas en cuanto a cartera de pedidos. El trabajo, iniciado a finales de 1987, fue repartido entre las factorías de CAF en Zaragoza y Beasain, y los 40 coches cama fueron entregados entre abril de 1988 y finales de 1989.


Los nuevos coches cama quedaron formados por
13 departamentos, con posibilidad de utilización tanto en plaza sencilla como doble, con camas a dos niveles, con posición día recogidas, con lavabo y ducha en cada departamento. Las camas eran un poco más estrechas que las de los YF, pero más anchas que las de los T2.  Para ganar el departamento adicional perdieron una de las dos plataformas de acceso. Fueron matriculados en la serie WL26x7101 a 7140, matrícula UIC 50 71 79-78  101 a 140.

A partir del 3 de agosto de 1988 los WL26x comenzaron a emplearse, y desde el cambio de horarios de septiembre de ese año, una vez que el parque ya estaba formado por 10 unidades, un coche de este tipo formaba parte del Costa Verde entre Madrid y Gijón, aunque se mantuvieron los convencionales, un YTF y un T2, además del coche de la rama de San Juan de Nieva. Posteriormente, a mediados de la siguiente década, los WL26x eran los únicos coches cama empleados en la composición.


En 1994 Renfe sustituyo los bogies originales por otros GC a un total de 30 coches WL26x, de forma que pasaron a ser aptos para circular a 160 kilómetros por hora y matriculados UIC 50 71 79-78, mientras que los diez restantes quedaron con la matrícula UIC 50 71 79-08. Posteriormente, también recibieron los bogies GC. Durante esta etapa recibieron los nuevos colores del momento el esquema blanco y azul con techo gris.


Con el aumento de velocidad y la retirada progresiva de coches de la CIWL, los YTF, los WL26x comenzaron a emplearse por los expresos transversales, como fue el caso del Gijón-Barcelona, a finales de la década de los noventa del pasado siglo.
  En la rampa de Pajares fueron utilizados hasta el final de los días de los dos trenes Estrella, a Madrid en 2007 y Barcelona en 2009, por entonces ya con el esquema del momento de Renfe Operadora, el blanco con las franjas moradas en Pantone 2425C.  


En la actualidad, el 7113 continúa en funcionamiento comercial como coche de servicio para la tripulación del Al-Andalus, y el 7128 en manos de la AAFM. Otra media docena se conservan, con mayor o menor fortuna, cedidos por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
  



domingo, 16 de noviembre de 2025

El viaje de despedida de las 7700

 El 19 de febrero de 1994 se realizó una circulación especial entre León y Puente de los Fierros, y su posterior regreso, para celebrar el acto de despedida de la serie 7700, ante el fin previsto del servicio comercial de la serie. La circulación fue organizada por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao en colaboración de la por entonces recién nacida asociación leonesa ALAF.

La composición estaba formada por la 7766, una de las locomotoras dotadas de freno dual y por tanto podía emplearse con coches dotados exclusivamente por freno de aire comprimido, un coche reformado de primera clase de la serie 12.000, en concreto A10X-12143, y un vagón de mercancías para lograr el peso freno necesario, el JTL-805. Durante el viaje se realizaron diversas paradas para la toma de fotografías, alguna de ellas incluso en plena línea, algo hoy impensable, así como en las estaciones de Pajares y Malvedo.

Esta 7700 sería la que posteriormente pasaría a custodiar la Asociación Leonesa de Amigos del Ferrocarril y que visitaría la Rampa en varias ocasiones, pero que en la actualidad lleva más de una década sin posibilidad de volver a realizar viajes de este tipo, al igual que el resto de material de esta, otrora, activa asociación.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Los trenes de la Rampa (XII): los balasteros

Uno de los tráficos esporádicos que contempla la rampa de Pajares, es el paso de trenes cargados con balasto, destinados al mantenimiento de la infraestructura de la línea de León a Gijón en su tramo asturiano y sus ramales, y también, en alguna ocasión para la red particular de Arcelor-Mittal. Por este motivo, salvo momentos durante los que se realizan obras de renovación de tramos de línea de importancia, el tráfico de balasto en la parte asturiana de la línea es muy esporádico y puntual. 

El balasto utilizado actualmente por Adif, y anteriormente por Renfe, en Asturias procede desde hace más de cinco décadas de la cantera de Ciñera, apartadero del que ya hemos tratado. Anteriormente, hasta la década de los setenta del pasado, se utilizaba piedra caliza de la zona de Olloniego, pero que se dejó de utilizar por su no idoneidad para su bateo mecánico, pese a la cercanía de su origen. Desde entonces, las vías asturianas mutaron su tono grisáceo, de la caliza gris, por el color pardo de las ofitas de Ciñera. 


Los
  vagones empleados en el transporte y descarga en vía del balasto son de dos tipos, los vagones dobles serie T3 y las TTF y TTM de bogies.

Los vagones T3 son una serie que estuvo integrada por 792 parejas de vagones dobles suministradas en siete entregas diferentes durante un largo periodo de 30 años, por lo que había diferencias de importancia entre las mismas. Proceden de un diseño de la casa francesa De Dietrich, que comenzó a suministrarlas a la SNCF en 1939. Portugal también contaría con tolvas de este mismo diseño. Estas tolvas fueron adquiridas por  Renfe para atender su Plan de Reconstrucción para modernizar el proceso de renovación y mantenimiento de vía,  dentro del cual se contempló la instalación de canteras mecanizadas para el suministro de balasto. Estas tolvas han sido utilizadas en estas tareas hasta mediados de la pasada década, por lo que se convirtieron en la serie de vagones más longevos de Renfe. Alguna de estas tolvas acabó adquirida por contratistas si bien, ya apenas las utilizan.

  • -          T  170.001 a 170.300 (150 parejas) Waggonfabrik Uerdigen en 1953-1954.
  • -          T  170.301 a 170.350 (25 parejas) De Dietrich en 1954-1955.
  • -          T  170.351 a 170.584 (117 parejas) Wekspoor en 1961-1963
  • -          T  170.585 a 170.709 (100 parejas) Wekspoor en 1963
  • -          T  170.710 a 170.910 (100 parejas) Macosa-Alcázar en 1963
  • -          T  171.001 a 170.200 (100 parejas) Ateinsa en 1975
  • -          T  171.201 a 171.401 (200 parejas) Macosa-Alcázar en 1982-1983

Las tolvas para balasto más modernas son las TTF 270.001 a 270.401 (Faccpps), desarrolladas por TIFSA y el CEDETI para Renfe, y construidas en 1987-1988 por CAF,  después de disponer de un primer prototipo, entregado un año antes, que sometido a diversas pruebas. Las primeras tolvas fueron asignadas a la Gerencia Noroeste, por lo que desde sus inicios se emplearon en el cargadero de Ciñera y las líneas de la antigua séptima zona. Posteriormente, el parque fue ampliado con las TTN 271.001 a 271.160 (Fallns), derivados de los anteriores, y construidos por los talleres de Renfe de León, a comienzos del presente siglo. Algunos de los vagones de estas dos últimas series han cambiado su ancho para su empleo en la construcción y mantenimiento de líneas de alta velocidad, de forma que Adif se quedó con una parte de los vagones  en ancho estándar que estaban en poder de Renfe-Mantenimiento de Infraestructuras. Por su parte, Renfe Mercancías emplea alguna de estas tolvas en tráficos de cuarcita y manganeso.



domingo, 9 de noviembre de 2025

El apeadero de Villallana

En la inmediata posguerra la situación de destrucción y penuria del país era considerable, y uno de los aspectos que también se resintió fue la movilidad de la población. La tímida motorización existente en los años treinta del pasado siglo, ya resolvía las necesidades de la población del medio rural gracias a la proliferación de autobuses, coches de línea, o camionetas como se las denominaba en la cuenca minera, algunas de ellas de las propias empresas mineras para llevar al personal al tajo. Gran parte de este parque móvil fue requisado y acabó destruido, y para los vehículos que pudieron ser recuperados y reconstruidos, durante muchos años existió gran escasez de combustibles. Sin embargo, el ferrocarril no sufrió grandes daños y pese a un estado precario por los años de abandono, que se reflejaba en el estado de la vía y el material antediluviano, era una solución en las zonas por las que discurría este medio de transporte. Ya constituida la Renfe, se accedió y facilitó la construcción de nuevos apeaderos en aquellos lugares donde no existían y podían dar un buen servicio a alguna población con demanda de servicio, y que en muchos casos eran demandado por la población. La red asturiana de Renfe no fue una excepción, y durante la década de los cuarenta y cincuenta se instalaron varios nuevos apeaderos, tales como el que nos ocupa, Villallana (1946), como Santa Eulalia de Manzaneda (1950) o Ciaño de Sama (1951). Al otro lado de La Perruca, también se construyeron nuevos apeaderos, como fue el caso de La Seca, Cuadros o Villasimpliz. 


Villallana, Viḷḷayana en Asturiano y forma oficial por parte del Concejo pese a que sea ignorada y no respetada ni por Adif ni por Renfe, es una parroquia que dista tres kilómetros de La Pola, capital del Concejo, cuyo núcleo poblacional principal y homónimo se encuentra ubicado entre la carretera N-630 Gijón-Sevilla y la línea León-Gijón. Esta proximidad a la vía hizo que Renfe decidiera la instalación de un apeadero en el punto kilométrico 111,375, entre las estaciones de Pola de Lena y Ujo, que quedó abierto al servicio el 1 de junio de 1946. En mayo del año anterior, la Secretaría de Vías y Obras de la Renfe sacó a concurso las obras de construcción del edificio de servicio y andén del futuro apeadero, con un presupuesto de 38.264,90 pesetas, según se anunció en el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo el 29 de mayo de 1945. El edificio corresponde al mismo modelo empleado posteriormente en los apeaderos de Santa Eulalia de Manzaneda y Ciaño. Pese a su modestia, tiene detalles arquitectónicos destacables, como son el pequeño porche bajo un arco de acceso al andén, sobre el cual se instaló el rótulo con el nombre de la dependencia con letras en negativo, y la combinación de paredes enlucidas y ladrillo visto, recursos muy utilizados en aquel entonces en este tipo de edificaciones ferroviarias, y que conectan con el diseño de los edificios del ferrocarril de Caminreal a Zaragoza, inaugurado en la década anterior. En el interior del edificio del apeadero existía una vivienda y posiblemente un despacho de billetes, y en otro edificio, los urinarios, inspirados en un modelo extendido por la antigua Compañía del Norte.


Con la llegada de la vía doble, dado que el edifico se instaló en el lado del pueblo y la nueva plataforma se realizó ganando espacio hacia la montaña, se conservó el andén existente para la vía II y se instaló un nuevo andén para la nueva vía I, con su correspondiente marquesina, que ha sido sustituida en varias ocasiones. Los andenes fueron recrecidos en las mejoras efectuadas en la década de los noventa del pasado siglo, y más recientemente, con Adif, todo se ha llenado de vallados y atiborrado de cartelería de todo tipo.




domingo, 19 de octubre de 2025

Locomotoras Euro-4001 en la Rampa

La apertura de la Variante no ha impedido que nuevas series de material motor circulen por la Rampa, y así ha sucedido con una serie que ha comenzado a estar presentes en los ferrocarriles españoles a partir de diciembre de 2024. Se trata de las locomotoras diésel 337, que se corresponden con el modelo Euro-4001 de la casa suiza Stadler, con factoría en Valencia.

Las Euro-4001 nacieron de la necesidad de abandonar las motorizaciones EMD de dos tiempos utilizadas hasta entonces por las exitosas Euro-4000, ante los actuales requerimientos medioambientales para el material ferroviario de nueva construcción. Las Euro-4001 emplean un motor diésel Caterpillar C175-16 de 2.800 kilovatios, que cumple con la normativa CE 26/2004 Stage IIIB, norma Euro 5, por lo que requiere la utilización de urea como aditivo. Estos motores diésel ya fueron elegidos por Vossloh, hace más de una década, para las locomotoras Euro-Light. Las Euro-4001 utilizan la misma plataforma de compañeras duales, Euro-Dual, y eléctricas, Euro-6000 y Euro-9000, por lo que comparten el resto de equipos, como es la eficiente cadena de tracción.

El modelo Euro-4001 fue presentado en 2017 en la feria de Berlín, y a continuación fueron contratadas 12 unidades por Alpha Trains, para su alquiler a VFLI. A partir de 2021 estas unidades fueron entregadas, ya a la actual Caprtain France, para servicios en Francia y Bélgica. Las siguientes Euro-4001 suministradas fueron las siete máquinas destinadas al proyecto de PorTren, en Uruguay, una línea de construcción totalmente nueva para transporte de celulosa, en la que participaron empresas españolas, tanto en la construcción de la línea, como en el suministro de las locomotoras y vagones, estos últimos fabricados en Asturias por parte de Talleres Alegría. En ancho ibérico, las primeas Euro-4001 han llegado igualmente por parte de  Alpha Trains, que ha adquirido por el momento 16 locomotoras, matriculadas en España como 337, alquiladas por las siguientes empresas ferroviarias: Medway, Captrain España, Ferrovial, CSP Logitren y Low Cost Rail.  

337-001 Medway

337-002 Medway

337-003 Medway

337-004 Medway

335-005 CSP Logitren

337-006 CSP Logitren

337-007 Medway

337-008 Captrain

337-009 LCR

337-010 Ferrovial

337-011 Captrain

337-012 Medway

337-013 Captrain

337-014 LCR

337-015 Medway

337-016 ¿?

Aunque unos días antes ya habría llegado a Asturias una 337 remolcada, fue el 3 de septiembre de 2025, cuando una 337 ha atravesado la Rampa de Pajares con un tren. Se trató de la 337-001, arrendada a Medway,  a cargo de un tren vacío procedente de Villadangos y con destino a Gijón-Puerto. Desde entonces, también han realizado marchas en vacío a Busdongo para acreditación, y varios trenes cargados.

viernes, 22 de agosto de 2025

Las 2100 en la Rampa

Las locomotoras de la serie 2100 llegaron a Renfe con el tercer concurso de locomotoras diésel de línea, lanzado a su ver por tercera vez en abril de 1963, para la adquisición de 120 locomotoras de línea de media potencia, dentro del Plan Decenal de Modernización. Entre las condiciones se exigía que los licitadores fueran constructores españoles, aunque se admitía la participación de socios extranjeros. 

El concurso fue repartido de forma salomónica entre dos de las ofertas, 60 locomotoras para Euskalduna asociado a la casa Alco y otras tantas para Macosa junto a General Motors, que dieron lugar a las 2100 y 1900, respectivamente. En ambos casos se trataba de dos tecnologías que Renfe ya conocía, en mayor o menor medida. Las locomotoras 2100 corresponden al modelo FPD-9 de Alco, según especificación DL-500S, que destaca por sus dos cabinas simétricas. Los ferrocarriles de Irán también contaron con este mismo modelo. Las características técnicas de las 2100 eran similares a las de las 1800, con el motor Alco 251-C de 2.180 caballos, y un peso en servicio de 111 toneladas. Todas las 2100 llegaron con freno de vacío para el tren, pero con el tiempo, todas las útiles recibieron el sistema de freno dual para el tren.


La construcción de las ocho primeras unidades fue realizada por Alco en la factoría de Schenectady (New York), en colaboración con General Electric, y llegaron a España a principios de 1965, mientras que la construcción del resto fue contratado por Euskalduna, entre CAF (Beasaín) y la Sociedad Española de Construcción Naval (Sestao). En 1970 el pedido fue ampliado 20 locomotoras más, construidas directamente por Euskalduna, ya bajo el nombre de Astilleros Españoles, en su factoría de Villaverde Bajo. Renfe asignó las locomotoras a los Depósitos de Tracción Diesel de Sevilla-Sta. Justa (2101-2134) y Ourense (2135-2160), y con ellas pudo completar definitivamente la eliminación de la tracción vapor en las líneas principales de Andalucía Occidental y en las líneas de la 7ª Zona, respectivamente. Las 2161-2180 fueron destinadas al depósito de Madrid-Atocha.

Las locomotoras sevillanas acompañaron a las Alco 1600 y se hicieron a cargo de trenes expresos y rápidos en las líneas principales que parten de Sevilla a Córdoba, Cádiz y Huelva, además de la línea Córdoba-Málaga, junto con servicios en el resto de líneas de Andalucía Occidental y sur de Extremadura. La electrificación a finales de los años setenta de las líneas principales permitió su desplazamiento a las líneas orientales de Andalucía, Granada-Bobadilla, Linares-Almería y Granada-Moreda, tras el refuerzo de sus tramos metálicos. A finales de la década de los años 80 el depósito de Granada comenzó a recibir locomotoras 2100 como dotación propia.

Las locomotoras de Ourense acompañaron a la serie 1800, serie que hasta entonces había sido mantenida en el depósito gallego de Monforte, hasta la construcción del orensano. Además de recorrer las líneas gallegas, ambas series tuvieron durante mucho tiempo un radio de acción muy alejado de su base, pues recorrían en servicio regular el norte de Extremadura o Soria, a través de líneas como la Ruta de la Plata y el Valladolid-Ariza, respectivamente. Las 2100 fueron las titulares de los expresos y rápidos desde A Coruña, Pontevedra y Ferrol, además del mítico Sudexpreso.

Las locomotoras de Madrid-Atocha se ocuparon, junto con las potentes 4000 (derivadas de las V-200 de la DB) y las pequeñas 10800 (General Electric U10-B), de dar tracción a todo tipo de trenes en las líneas sin electrificar que partían de Madrid, alcanzando puntos tan distantes como Zaragoza, Valencia, Cartagena, o las estaciones fronterizas con Portugal, en Extremadura.

Las electrificaciones realizadas en los años setenta del pasado siglo, y en especial, tras la llegada de la serie 333, dotadas de calefacción eléctrica para el tren y asignadas inicialmente a los depósitos de Madrid-Atocha, Valencia y Salamanca, restó protagonismo a las 2100 con trenes de viajeros principales, conservando los Ómnibus, además de los expresos de Ferrol y Pontevedra, donde la circulación de la serie 333 estaba restringida por motivos de peso. La llegada en la siguiente década de las unidades diesel 592 y 593, dotadas de aire acondicionado, motivó la desaparición de los Ómnibus, con los que las 2100 abandonaron los trenes de viajeros, y las especializaron en servicios mercancías, con plena satisfacción en sus feudos tradicionales.

A principio de la década de los noventa del pasado siglo Renfe se planteó el futuro de la serie, ante el descenso continuado de los tráficos de mercancías y los achaques de la serie agudizados por la escasez de repuestos. Mientras que la serie 1900 había sido sometida a serias reformas con la reconstrucción de todas las locomotoras mediante una nueva cajas y equipo eléctrico al sustituir el generador por un alternador, las 2100 recibieron tímidas reformas encaminadas a mejorar el confort, y sólo en algunas unidades los nuevos colores adoptados por Renfe. En aquel entonces las 2100 dependían de la Unidad de Negocio de Tracción y aunque se conservan las bases tradicionales, se destinan a bases en las que nunca antes habían trabajado, como Miranda de Ebro, Barcelona, Valencia, donde eran dedicadas a lanzaderas, maniobras pesadas y trenes de trabajos para Infraestructura. Las locomotoras excedentes fueron enajenadas a Argentina, país necesitado de material de tracción tras la privatización de sus ferrocarriles; entre 1994 y 1995 fueron vendidas 22 locomotoras a las empresas Sefepa y BAP, luego ALL, si bien muy pronto gran parte de ellas terminaron apartadas o sirvieron como donantes de piezas compatibles a otras locomotoras Alco.

A finales del pasado siglo, Renfe dejó de contar con las 2100 para los servicios de mercancías, y las supervivientes fueron repartidas entre la UN de Mantenimiento de Infraestructuras, para trabajos en la vía, y la UN de Mantenimiento Integral de Trenes, que reunió las excedentes y las dedicó a alquileres de largo plazo, como fue el caso de Aceralia, y la venta de locomotoras a empresas contratistas: dos a Tecsa, dos a Comsa, una a Necso, dos a  Vías y Construcciones, y dos a Guinovart & Oshsa. Una parte de las locomotoras de Mantenimiento de Infraestructuras fueron modernizadas, y así 16 unidades pasaron una Reparación General y recibieron equipos de aire acondicionado, aunque también dispuso de otras sin modernizar o como fuente de repuestos. En 2005 pasaron a ser propiedad del Administrador de Infraestructuras, Adif, aunque varias locomotoras ya habían causado baja, y la última de todas ellas funcionó hasta 2022.

Actualmente, de todas las locomotoras propiedad de Renfe y Adif, consta que 33 unidades han sido desguazadas, de las cuales cuatro ya lo habían desaparecido tras graves accidentes en época de Renfe, mientras que, otras 17 están apartadas a la espera de su desguace. De las siete locomotoras vendidas a empresas de trabajos de vía varias han sido relevadas de sus funciones, alguna revendida a otras empresas, ocasión aprovechada por Alsa Rail de la mano de la empresa  Auxiliar de Patrimonio Ferroviario S.L., para adquirir dos de ellas procedentes de Tecsa, junto a una tercera aún no reparada. La 2180 cayó en manos de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, y que se ocupó de remolcar el Tren de la Fresa, y actualmente ha sido cedida a la asociación Asvafer.

2100 en Asturias

Aunque las 2100 ya habían estado presentes en Asturias, fue a partir de mediados de la década de los setenta del pasado siglo cuando las 2100 y 1800 de Ourense comenzaron a convertirse en habituales en Asturias, siempre de manera minoritaria en número pero permanente, por diversos motivos: la puesta en funcionamiento de los ramales de acceso a Gijón-Puerto y Parque de Carbones, que fue realizado de manera provisional con tracción diésel, la demanda de alquiler de locomotoras por parte de Ensidesa y la necesidad de disponer de tracción para el servicio de mercancías en la línea de Oviedo a Trubia con la jubilación de las últimas 6000. La necesidad de disponer de material de tracción para los posibles rescates en la Rampa de Pajares en caso de temporales de nieve, y también para las tareas de exploración, con las eficaces cuñas quitanieves, consolidó esta presencia en la Rampa. Precisamente cuando realizaba estas funciones, la 2143 desapareció en el accidente del túnel 50, en septiembre de 1978.

Más adelante también se emplearon en el ferrocarril de La Camocha y en el ferrocarril de las canteras del Naranco, junto a algún tren más dentro del turno de interiores. En 1995 el Depósito de Oviedo tuvo una pequeña dotación de locomotoras 2100 asignadas, por primera vez, en una de las dotaciones más pequeñas y efímeras. El taller también se ocupó del mantenimiento de las locomotoras arrendadas a Arcelor.

Las 2100 se ocuparon de la exploración de la Rampa hasta la campaña del año 2000, tras la llegada a Asturias de varias locomotoras 319 como sustitutas. Posteriormente, alguna locomotora de Adif ha estado presente en Asturias con trenes de trabajo, laboratorios o los herbicidas, pero fueron poco frecuentes, dado que la Gerencia de Mantenimiento de León disponía de la 319-243.

En el pasado más reciente, las 2100 de Alsa han circulado por la Rampa en 2023 con el tren de PTG Tours, con aficionados ingleses que quisieron recorrerla. Ese mismo año también circuló la 2175, remolcada tras su reparación por Ferrovias Astur, una vez que fue comprada por Cosfesa a Vías y Construcciones.

Para quienes quieran conocer más sobre estas míticas locomotoras, no podemos dejar sin recomendar el libro dedicado a las 2100 de Monografías del Ferrocarril de Juanjo Romero, Antonio Gutiérrez y Lluís Prieto. https://www.monffcc.com/libro24.htm


 

martes, 12 de agosto de 2025

Mercancías 30

 En 2021 el Ministerio de Transportes anunció una iniciativa para duplicar en 2030 el peso del transporte de mercancías por ferrocarril, para pasar del cinco por ciento en ese momento, al diez por ciento al final de la década. La iniciativa fue presentada ante todos los actores concurrentes, como operadores logísticos, ferroviarios, Puertos del Estado y por supuesto Adif, en la que se recordaron las inherentes bondades del sistema, por su menor impacto ambiental, siniestralidad y de ahorro energético. Este plan iba regado por más de 8.000 millones de ayudas púbicas, entre las cuales estaban 1.500 millones de con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Pese a todo lo anterior y al paso de los veinte años redondos de la liberalización del tráfico de mercancías por ferrocarril, el peso de este medio no para de caer o en el mejor de los caso permanece estancado en una cifra ridícula frente a otros medios de transporte. Aunque la apertura de nuevas líneas de Alta Velocidad podría haber dado mayor capacidad para las mercancías, la llegada de nuevo material móvil de mayor capacidad y la mayor competencia por la ya citada liberalización, el escenario es muy negativo, con nuevos tramos de vía única donde antes había doble para permitir accesos de las LAV a determinadas ciudades, obras que se eternizan pese a que se realizan mediante cortes totales de líneas y otras muchas restricciones de todo tipo, especialmente burocráticas o de fiscalización donde antes no existía. En todo caso, entre todos los operadores ferroviarios que existen apenas se captan nuevos tráficos y menos aún son los que se consolidan, y en muchos casos, los que aparecen son los que va perdiendo Renfe Mercancías en una hemorragia continua que supondrá su fin por desaparición de todos sus trenes, o se trata de tráficos de prueba, que apenas duran media docena de circulaciones.

En el caso de Asturias, la llegada de la Variante apenas ha logrado la circulación de un nuevo tráfico, que en los primeros meses del presente verano de 2025 ha supuesto la circulación de un Teco operado por Alsa entre el Puerto de El Musel y Villadangos, con legumbres de importación, pero que tras tres servicios todo apunta a que no se repetirá por el momento. El verdadero cuello de botella ferroviario en Asturias se encuentra más arriba, como es el paso entre Ablaña y Villabona, pese a la vía doble y la línea de Viella, además de los accesos a las terminales, en las que nada se ha invertido en décadas. 

La semana pasada se inició un nuevo tráfico por parte de Low Cost Rail, que ya había operado en la Rampa de Pajares en el pasado, iniciando el tráfico de Tramesa a Villadangos. El pasado 7 de agosto de 2025 circuló un tren de Railsider entre Trasona y Sagunto de Railsider, que por falta de habilitación del maquinista por la Variante circuló por la Rampa, con una marcha especial 90556 Pola de Lena - Sagunto. Low Cost Rail se ha ocupado de varios trenes Railsider desde hace unos meses, coincidiendo con la recepción de tres locomotoras nuevas Euro 6000, en concreto las 256-220 a 222.

viernes, 20 de junio de 2025

Trenes singulares en la Rampa (II): trenes de autobuses de la EMT para Cuba

El 7 de abril de 1995 pude acceder por primera vez a la estación de Gijón-Puerto, una de las dos terminales de ancho Renfe dentro del puerto de El Musel. Allí se encontraba apartada una composición de plataformas de ejes cargadas de autobuses rojos que estaban destinos a ser embarcados en el puerto con destino a Cuba. Este tren había llegado unos días atrás, procedente de Madrid, y había atravesado la Rampa de Pajares, probablemente remolcado por una locomotora 251, en color azul, como se encontraban todas en aquel entonces. Lamentablemente no pude realizar ninguna fotografía al tren, pero afortunadamente existen fotografías de este mismo tren en Madrid, realizadas y amablemente compartidas por su autor, José Manuel García Toresano.


Tras la disolución de URSS, a partir de 1990, la República de Cuba sufrió la pérdida de su primer valedor, tras lo cual se internó en un periodo de precariedad económica sostenida en el tiempo. A lo largo de aquella década se recuperaron vínculos entre España y Cuba, y nació un movimiento de solidaridad con el país caribeño. En este contexto se produjo la cesión de numeroso material móvil excedente como fueron autobuses, camiones, coches o camiones de bomberos, recién retirados del servicio, por parte de ayuntamientos y empresas municipales, o lo comités de empresa de estas últimas. El Sahara Occidental, Haití o la República Dominicana también fueron receptores habituales de este tipo de material desde la década de los ochenta del pasado siglo, igualmente cedido de manera altruista, o por un precio simbólico. La precariedad en Cuba era tal, que los vehículos, una vez que eran descargados en la isla, eran puestos en circulación tal y como llegaban, conservando decoraciones originales, matriculación propia e incluso indicadores de destinos.

Entre todos las empresas públicas que realizaron envíos de autobuses a Cuba en los últimos 35 años destacó la EMT madrileña, pero se produjeron envíos de prácticamente todas las empresas, como fueron sus homónimas valenciana o Malagueña, TMB de Barcelona, Tuzsa de Zaragoza, TUSSAM de Sevilla, Bizkaibus, EMTUSA de Gijón, AUCORSO de Córdoba e incluso alguno de los míticos autobuses Fernández de León, o de pequeños ayuntamientos, e incluso particulares. En el caso de la EMT de Madrid, el gran relevo de su parque se produjo a lo largo de la década de los años noventa del pasado siglo, lo que supuso el envío masivo de autobuses. No sólo autobuses fueron cedidos, y así, el comité de empresa de la factoría Alsthom en Santa Perpetua cedieron un automotor prototipo de ejes fabricado para Finlandia, pero que no fue aceptado por el comprador. Los Ferrocarrils de Generalitat de Catalunya enviaron automotores eléctricos, las míticas granotas, de la línea de Sarria, destinados al ferrocarril eléctrico de Jersey.


Los autobuses enviados en aquel momento eran los Pegaso 6038, presentes en la EMT madrileña entre 1980 y 1999 con 884 unidades, en seis entregas diferentes, lo que supuso un tercio de las más de 2.500 unidades fabricadas por ENASA para varias ciudades españolas, con carrocerías de Noge, Castrosua y Unicar. Este vehículo era prácticamente un 6035, potenciado y en algún caso entregados ya cambio semiautomático, en todo caso, último representante de la saga Monotral con motor central. Fueron conocidos en Madrid con el apodo de petroleros, y conservaron el característico color rojo durante toda su existencia. Durante algún momento de su existencia, supusieron la mitad del parque de la EMT. Al parecer, en Cuba no tuvieron mucho éxito y pronto fueron apartados, tras la llegada de más material cedido. 


sábado, 31 de mayo de 2025

La desaparición del viaducto de Parana

En noviembre de 1943 se realizó un proyecto para la sustitución del viaducto de Parana por un terraplen, o más correctamente un pedraplén. Las deficiencias existentes en el anclaje de la pila metálica del lado Gijón provocaban un desplazamiento lateral del tercer tramo del viaducto al paso de los trenes descendentes, lo que obligaba a reducir la velocidad de los mismos a su paso y mantener vigilancia constante. Probablemente esta situación se debió al atentado que sufrió el viaducto durante los sucesos de la Revolución de Asturias de Octubre de 1934.


En el proyecto se contemplaba el relleno del fondo del valle con estériles de mina, 128.000 metros cúbicos en total, previo desvío del río Parana y del arroyo La Sorda mediante una alcantarilla y un túnel excavado en la roca, respectivamente, para poder asentar el terraplén directamente sobre el terreno.

En enero de 1944 se adjudicaron las obras a la empresa Goicoechea S.L. presupuestadas por algo más de millón y medio de Pesetas. Las obras no iban a resultar fáciles, pues la excavación del túnel para el desvío del arroyo de La Sorda se complicó más de lo previsto por las filtraciones de agua y el suministro de estériles de mina se retrasaba también. El contratista reclamó sucesivas revisiones de los precios, junto a la presentación de precios contradictorios por partidas no previstas, alargándose las obras por éstas causas, junto a las inherentes de la complejidad de los trabajos que debían ser simultaneados con la circulación de los trenes; el vertido de estériles de mina se hacía desde los propios vagones situándolos sobre el viaducto de Parana. En el verano de 1949 se anula el contrato con la contrata al no alcanzar entonces el terraplén ni la mitad de la altura.

Es necesario redactar un nuevo proyecto para contemplar la revisión de precios y partidas y la obra se adjudica nuevamente a la empresa Garriber. Al parecer en este proyecto se decide desguazar los tramos metálicos para eliminar totalmente la estructura, sin embargo las pilas metálicas ya estaban embebidas por el terraplén. Esta modificación obliga a aumentar la base del terraplén y su volumen mediante el vertido de nuevos espaldones de estériles sobre lo ya construido al aumentar la altura del terraplén, y por ello aumentar la longitud de los desvíos de los cauces fluviales. Estas modificaciones retrasarían la finalización de las obras, y hasta el 25 de abril de 1952 éstas no se dan por concluidas, enterrando para siempre el mito del viaducto de Parana. El coste total de las obras se multiplicaría por tres al superar los cuatro millones y medio de Pesetas.


Con esta actuación, necesaria de todas formas para admitir material móvil más moderno y pesado, como finalmente sucedería, desapareció uno de los viaductos más espectaculares de los ferrocarriles españoles. Aunque no destacaba sobre otros ni por su longitud ni altura ni luz, sí lo hacía por su ubicación y características, en plena curva y en rampa de 20 milésimas, además de contar con pilas metálicas, y por la autoría de su diseñoe instalación. Una solución similar a la del viaducto de Parana fue acometida para eliminar los viaductos metálicos de Congostinas y Matarredona. Aunque ya no se pueda desenterrar jamás el viaducto de Parana quizás se podría realizar una cata para recuperar un pequeño trozo de un tramo metálico...

viernes, 30 de mayo de 2025

Trenes singulares en la Rampa (I): el tren del Circo Price

Comenzamos una nueva serie de entradas dedicadas a aquellos trenes únicos o tráficos puntuales que han circulado en algún momento por la Rampa de Pajeres, que, dada su singularidad y excepcionalidad, y pese a que no existan apenas testimonios gráficos, y menos aún en pleno paso del puerto, merecen ser rescatados del olvido. Nuestros amigos los modelistas, entre otros, lo agradecerán.

El primero de los trenes que traemos es el de los convoyes del célebre Circo Price, que durante varios años alcanzaba con una frecuencia anual, la ciudad de Gijón. Hasta finales de los años setenta del pasado siglo este circo, ya centenario por entonces, se desplazaba por toda la geografía española para realizar sus funciones especiales fuera de su sede fija madrileña. El Circo Price fue un circo fundado en 1853 por el irlandés Thomas Price en la ciudad de Madrid, y entre 1880 y 1970 tuvo su sede física en un edificio en la Plaza del Rey. Sus gestores, Feijoo y Castilla, continuaron durante aquella década y primeros años de la siguiente con las giras por España con los clásicos circos de provincias, bajo el nombre del Circo Price de Madrid.

Para trasladar toda la caravana circense de carretas, viviendas, animales y materiales de ciudad en ciudad, pese a que en los años setenta del pasado siglo ya había buenos transportes por carretera, el Circo Price de Madrid seguía confiando en el ferrocarril para realizar estos movimientos. Así, el diario El Comercio de Gijón anunciaba que, para la instalación del circo en la villa gijonesa con duración de una semana, eran necesarios dos trenes con cuarenta unidades cada uno. Conocemos que durante la década de los setenta del pasado siglo el Circo Price de Madrid se trasladó a Gijón, al menos, en 1972, 1973 y 1977.  

El Comercio, 1972

Conocemos la existencia de al menos, una fotografía de estos trenes camino de Gijón, tomada el 11 de julio de 1977 en la señal avanzada de Santa Lucía por el alemán Norbert Cremers, a quien agradecemos enormemente su amabilidad al permitirnos publicar esta imagen. El tren estaba formado por la inglesa 7753, un coche de viajeros de la familia 5000 y vagones plataforma M1, sobre los cuales iban cargadas las carretas. El Festival Mundial del Circo 1977 estuvo en Gijón entre los días 15 al 19 de julio, ubicado en las inmediaciones del Molinón.  

Pueblo, 1974

El Comercio, 1977

sábado, 17 de mayo de 2025

El libro de Norte de las locomotoras 6000

 Tras la puesta en funcionamiento de la electrificación de la Rampa de Pajares, la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España no solo publicó el libro sobre la propia electrificación, si no que también editó otros dos dedicados a las dos series de locomotoras empleadas en ellas, las 6000 y 6100, a modo de libro de descripción e instrucciones para su manejo. Al igual que sucedió con el primero, estos otros dos fueron igualmente reeditados por el Departamento Eléctrico de Renfe en sus primeros años de existencia.


En el caso del libro dedicado a las locomotoras de la serie 6000, fue impreso en 1925 en Madrid por Sobrinos de los Sucesores de M. Minuesa de los Ríos, imprenta especializada en la publicación de todo tipo de documentación y libros ferroviarios, cuyos orígenes se remontan al siglo XIX y tuvo continuidad hasta mediados del pasado. La portada del libro está ilustrada con una imagen de un tren remolcado por una locomotora 6000 en el puente de sobre el Naredo, a la salida de La Pola. El libro cuenta con 293 páginas, ilustrados con fotografías y planos, junto a 41 esquemas eléctricos y neumáticos en hojas desplegables. Al final del libro, las últimas páginas están dedicadas a la propia conducción de la locomotora.




El ejemplar que ha caído entre mis manos guardaba una sorpresa: la tarjeta de visita de Mario Viani, subjefe de Tracción, encargado de la Tracción Eléctrica en la Compañía del Norte.