Hemos localizado una curiosa carta al director de un lector publicada por la Hoja del Lunes de Gijón en enero de 1972, muy indignado con la Renfe y un establecimiento próximo a la estación de Navidiello-Parana. En aquel momento se trataba de la cantina, aún abierta, pues el conocido por todos los "parroquianos" de la Rampa de Pajares como el Hotel París-Navidiello, había cerrado sus puertas un par de años antes. Así lo hemos podido contrastar por una entrevista de Rebustiello a Manuel López Cienfuegos, publicada en 1970.
Al parecer, durante los últimos días del año de 1971, en
plena operación de navidades, el por entonces novedoso y “lujoso” Electrotren
Madrid-Gijón repleto de viajeros, quedó retenido en la estación de
Navidiello-Parana al no poder avanzar por la copiosa nevada y un
desprendimiento de tierras, algo habitual entonces y ahora.
Hotel-Restaurante París en la actualidad. Fotografía de José Luis Fernández García. |
Al poco tiempo las existencias de la pequeña cafetería del automotor se agotaron, y
como la previsión para “dar vía” iba para largo, los viajeros más avispados salieron del tren y
se dirigieron a la cantina, por aquellos años aún en funcionamiento.
El caso es que de una forma u otra todo el mundo pasó por allí y pudo matar
el hambre, pero al ofendido lector de la Hoja del Lunes, y a otros muchos que pidieron el libro de
reclamaciones del establecimiento, les pareció que los productos ofrecidos eran
de una calidad infame y los precios un auténtico "atraco a mano armada",
argumentado que los propietarios habían hecho negocio con la desgracia. Parece
ser que la indignación les duró hasta llegar a destino a altas horas de la
madrugada.
Sin duda una escena digna de haber vivido y más en aquel año y con aquel tren. A buen seguro, si hoy
se repitiera la situación más de uno agradecería que la cantina estuviera abierta.